Primero fueron dos
cuchillos, después pilas de las grandes y lo último, una geoda. Los padres de los alumnos del
colegio público Andrés Manjón de Ceuta siguen asustados desde que el pasado 10 de marzo un residente de los edificios colindantes al centro arrojase dos cuchillos coincidiendo con la salida de los alumnos del comedor.
De aquel suceso se hizo eco este periódico. Acudió la
Policía, intervino las armas blancas y tomó parte de lo ocurrido. Pero el problema es que no fue un hecho puntual, sino que hay un empecinamiento en este tipo de acciones que generan inseguridad en este entorno escolar.
Este pasado miércoles fue una geoda la que se arrojó, cayendo en el patio del recreo durante el horario en el que los alumnos practicaban educación física. Antes, el 26 de abril la misma persona lanzó unas pilas grandes al patio y semanas después un bote de crema.
Esos son episodios consistentes en lanzamiento de objetos pero también ha habido amenazas y gestos obscenos que proceden de algún residente en las viviendas colindantes a este centro escolar.
El CEIP Andrés Manjón está preocupado por estos hechos, también los padres del alumnado porque temen que los niños se vean afectados al resultar heridos por el lanzamiento de objetos peligrosos cuyo impacto pueda causar lesiones graves.
Hay preocupación además por la inacción ya que los hechos ocurridos han sido denunciados, constan las llamadas al 112 y los partes en la Policía Nacional. Pero lo que no consta es la solución que debe aportar la tranquilidad al colegio.
Los acontecimientos son graves y están preocupando enormemente a los padres que esperan soluciones de quien sea competente antes de que ocurra una desgracia.
Se trata de ir al origen de este problema para que no continúe en el tiempo.
El
Ministerio de Educación está informado por parte del colegio de todo lo que está pasando.