Los moteros han sido los últimos en sumarse, en alzar su voz, ante la tropelía cometida en la avenida de Otero. Antes se quejaron usuarios de forma particular en las redes sociales o con comentarios enviados a los medios de comunicación. Cualquier persona en su sano juicio ve una tropelía lo hecho en esta carretera, abierta a la circulación en un estado deplorable, criminal. Todos parece que se dan cuenta menos la clase política que ha permitido que se dé este paso, que se ponga al servicio de todos una vía sin terminar con el riesgo que eso conlleva. Cualquiera que pase por el lugar verá que la probabilidad de que se produzcan accidentes graves es cada vez mayor, además del insulto que nos han hecho a todos los ciudadanos por permitir este tipo de decisiones. Están tardando en adoptar una medida urgente, a no ser que tengamos que ser testigos de un accidente que dará pie a las oportunas denuncias contra la institución municipal, esas que pagamos todos y nos embargan a todos también.
Lo que está pasando es consecuencia de la dejadez. La misma que tiene mucho que ver con las caídas provocadas por culpa de las losetas colocadas en puntos estratégicos como el Revellín o la plaza de los Reyes, que tantas y tantas caídas han causado. Ya se dieron en un pleno datos de los accidentes y de las indemnizaciones, pero sigue habiendo caídas, seguirán las denuncias, seguirán los costes a cargo de las arcas de todos y se continuará con un proceder y una reacción marcados por la lentitud.
Hay asesores, hay controladores, hay vigilantes, hay contratados en muchas de las áreas de la Ciudad para que este tipo de situaciones sean pasadas por alto. La administración no puede mentir diciendo que no sabe lo que hay, porque si lo hace es para que, de inmediato, ordene la dimisión de todos los contratados que están precisamente para velar que las cosas funcionan adecuadamente. Pero no es así, ellos saben las anomalías, las conocen e incluso pueden llegar a sufrirlas de manera directa o indirecta... pero no actúan, se mantienen lentos en la reacción como si lo que sucede no fuera con ellos.
Y todo esto es triste, es triste que la ciudadanía tenga que llorar en redes sociales o se tenga que denunciar de manera formal ante los medios de comunicación lo que sucede, porque hay quienes no hacen su trabajo bien, ni lo quieren hacer.
El tiempo es oro para el resto, no para quienes se encargan de malgastar el bien preciado además de ignorar a todos los que seguimos teniendo respeto.
Gracias por compartir nuestras reivindicaciones. Saludos de éste motero ceutí