La sociedad pública Obimasa ha eliminado este invierno en Ceuta, entre diciembre y enero, un total de 1.772 bolsones nido de procesionaria del pino en García Aldave, sobre todo, y el monte Hacho.
Los técnicos de la Ciudad Autónoma de Ceuta han detectado en la temporada 2023-2024 unos niveles de infestación “relativamente bajos, similares o ligeramente inferiores a los del invierno anterior”.
Ello a pesar de que, a diferencia de la campaña anterior, en la que los pinares de la zona del incendio que afectó al perímetro oeste del embalse del Renegado, al encontrarse gravemente afectados, no albergaron nidos de procesionaria”. “Este año, debido a la capacidad de rebrote de esta pinácea, una pequeña porción del rodal ha rebrotado, albergando bolsones nido”, han explicado desde la administración local.
El contacto directo con esas orugas puede generar dermatitis, lesiones oculares, urticarias y hasta reacciones alérgicas de especial riesgo en menores y mascotas, por lo que se intenta minimizar su presencia.
La campaña de invierno se ha realizado entre diciembre y enero fundamentalmente mediante el método de disparos de escopeta a bolsones nido de orugas en rodales de pinar afectados por esta plaga que previamente habían sido objeto de seguimiento por parte de Obimasa para comprobar sus niveles de infestación.
En García Aldave se han destruido 1.577 en una superficie total de tratamiento de alrededor de 11 hectáreas, un tercio el más afectado. En el Hacho se han eliminado hasta ahora otros 195. El del disparo de escopeta es el método de tratamiento que se utiliza desde hace dos décadas en la ciudad, ya que se considera el más viable y efectivo por las características de los pinares locales.
Fuentes de Obimasa han advertido que “la presencia o detección de ‘procesiones’ de orugas en el suelo de los montes durante estas fechas es inevitable, ya que es imposible acceder a la totalidad de los bolsones”.
Por eso los expertos recomiendan “que se evite cualquier contacto con las orugas que puedan detectarse, extremando las precauciones sobre todo con niños y mascotas en las salidas a los espacios naturales durante estas fechas”.
Atención al desarrollo tardío
Los técnicos de Obimasa han detectado este invierno, al igual que en los cuatro o cinco años anteriores, “cierto retraso en la maduración de los bolsones-nido de procesionaria”, algo que viene ocurriendo especialmente en el monte Hacho.
La empresa municipal lleva a cabo un seguimiento regular de los pinares en los montes de la ciudad autónoma “a fin de detectar bolsas-nido de desarrollo tardío para proceder a su posible destrucción”.
Estadísticamente el Príncipe es el barrio más seguro de Ceuta, no existen denuncias. Estadísticamente está noticia es un fenómeno, no hay una sola trampa de orugas procesionarias en la zona de San Antonio, acceso a planta Potabilizadora, alrededor del faro, todo un engaño..
Van con retraso en el aviso a la población.