Dos
inmigrantes han tenido que ser atendidos por las ambulancias al sufrir quemaduras leves producidas por el contacto con el motor de la embarcación que ocupaban y que ha terminado hundiéndose. Los 9 ocupantes, entre ellos 4 mujeres y un menor de edad, han podido ser rescatados sanos y salvos y trasladados al muelle de España por la unidad
Atria de Salvamento Marítimo destinada en Ceuta.
La intervención ha tenido lugar en torno a las cuatro y media de esta tarde, pero la alerta se produjo una hora antes aunque la falta de información aportada por los informantes a Salvamento ha provocado que el centro coordinador haya tenido que moverse a ciegas. Una llamada pasadas las tres de la tarde comunicaba la existencia de una patera a la deriva, lo que movilizó inicialmente a la Salvamar Denébola ya que se apuntaba a que dicha embarcación estaba por la zona más próxima a Algeciras. No era así. Desde la central se movilizó entonces a la Salvamar Atria, que contó con apoyo de la Guardia Civil para rastrear toda la zona cercana a Ceuta hasta que se ha podido dar con la embarcación que ya estaba hundiéndose. Ninguno de los informantes concretaba datos veraces que habrían servido para posibilitar un rescate mucho más rápido. Se procedió al rescate de los 9 ocupantes, todos marroquíes, mientras que la patera que habían usado para salir de Ceuta terminaba hundiéndose. Las ambulancias han sido activadas en el muelle de España para atender a los magrebíes, evaluar las quemaduras de los afectados por si requerían atención hospitalaria y facilitarles mantas.
Estos 9 rescatados se suman a los
21 que esta madrugada han sido interceptados por la Guardia Civil después de salir de Ceuta en dos embarcaciones. La constante huida de estas personas lleva a que se produzcan situaciones extremas ya que en ocasiones echan mano de medios rudimentarios, como ha sido este caso. Los ocupantes de esta embarcación pertenecen al grupo de marroquíes que entró en mayo y suelen permanecer en la zona del Recinto, en los asentamientos que todavía siguen desperdigados por sus acantilados así como por el Sarchal.
Algunos han intentado salir en otras ocasiones sin éxito, pero continúan repitiendo la misma acción. Y allí no solo viven adultos sino también menores de edad que rechazan habitar alguno de los recursos temporales que ha dispuesto la Ciudad Autónoma y que se elevan ya a cuatro en la zona de Piniers después de haber echado el cierre al polideportivo Santa Amelia, que solo funciona para una primera recepción de los adolescentes que son localizados por la calle.