El equipo de la unidad de Ginecología de Ceuta trabaja para transformar el área en otra muy distinta a la actual. Los avances técnicos empujan al servicio a idear nuevos proyectos que permiten una mejora en diversas patologías relacionadas con este campo de la medicina.
La técnica más reciente incorporada en la planta son las laparoscopias a través de la vagina, un método que lleva en marcha en el HUCE desde inicios de año. Este procedimiento, que habitualmente se desarrollaba desde el vientre, permite una recuperación más rápida y cómoda sin necesidad de un ingreso.
A su vez, posibilita evitar las cicatrices en la piel. Actualmente se aplica para algunas afecciones concretas, pero la intención es practicarlas de forma generalizada siempre que se precise y hacer que esta fórmula sea la común.
Intervención compleja
José Sánchez Jordán, integrante de la plantilla en esta especialidad, traslada que se trata de una actuación “compleja”. El médico explica cómo funciona esta modalidad. “Todo el acceso quirúrgico a través de la vagina, es decir, con la técnica La técnica vNOTES”, incide.
“Clásicamente se hacía por el ombligo. Se metía una fuente de luz y una cámara para ver el interior y a partir de ahí efectuar dos punciones distintas, una a cada lado de la zona para observar lo que hay dentro”, expone. “Es como trabajar a dos manos, por así decirlo. Hace años se intentó hacerlo solo por un único orificio”, recuerda.
“Se llama laparoscopia de puerto único. Llevamos tiempo haciéndola en Ginecología y, a raíz de ella, planteamos la posibilidad de hacerla a través de la vía natural para no dejar marcas”, subraya.
El facultativo asegura que esta forma de llevar a cabo la intervención facilita y acelera el tiempo que normalmente precisan las pacientes para recobrarse de la operación. “El resultado dependerá de cada caso y de su circunstancia, pero la recuperación es magnífica. Al día siguiente, la mujer se va a casa. No se requiere hospitalización prácticamente”.
Ginecología
Sánchez indica que, en esta área, existen más vías para realizar determinados procedimientos de una manera menos invasiva que otras operaciones. “La cirugía de amplia estancia en el centro la tenemos enterrada e incluso olvidada. Es decir, que no la hacemos comúnmente porque hay muchas opciones para trabajar endoscópicamente, con la mínima entrada”, expresa.
“El objetivo es implementar todas las técnicas novedosas disponibles para ayudar a solucionar la patología, conseguir la incorporación inmediata o rápida de la usuaria a su puesto de trabajo y que esté ingresada el menor tiempo posible”, remarca.
No es el único avance en el que emplean su empeño los profesionales de la especialidad. Desde hace unos meses están inmersos en el impulso de un protocolo para darle un vuelto al tratamiento del suelo pélvico en el posparto.
Guía para toda Andalucía
La propuesta, que parte del área sanitaria de Ceuta, ya fue mostrada en un congreso en Andalucía en noviembre, está en fase de redacción y su intención es que se materialice en la labor diaria en Ginecología.
“Estamos pendientes de lanzarlo para toda la comunidad autónoma. Consiste en la recomendación de iniciar el trabajo de recuperación a partir de las ocho semanas en lugar de esperar seis meses”, incide.
“Se está tramitando para que ningún hospital de la región se quede atrás. Se han implicado la mayoría de ellos. Estuvieron con nosotros en ese encuentro incluso centros de Sevilla y Córdoba”, explica.
Partos instrumentales
El equipo del HUCE aborda este método, pero solo en circunstancias concretas. Lo desarrollan si el parto ha sido con apoyo de instrumental, es decir, si en el alumbramiento se han usado fórceps u otras herramientas como ventosa. “La idea es hacerlo para todas, pero de momento nos enfocamos en estos casos”, menciona.
“Si se hace en estas situaciones en las que se da un desgarro importante con un tratamiento sobre el periné, si no se hace este proceso para recobrar la zona, genera dolores y molestias”, puntualiza. “La respuesta es muy buena. Lo ideal es hacerlo en todos porque en algunas ocasiones, se dan dilaceraciones musculares o elongaciones en los nervios y eso produce una patología”.
“Eso está a la espera porque no hemos conseguido incluirlos en el estudio. Si lo abordáramos al completo, estaríamos hablando de una reducción de afecciones en torno a un 70 o 80%”.
Por adelantado
El eje central de esta modificación en el tratamiento es comenzar a abordar la situación del suelo pélvico en el posparto antes del tiempo establecido. “Lo que se ejecuta en el presente es una revisión para ver que el útero ha vuelto a su sitio. Eso se produce en la cuarentena. Los problemas relacionados con la disfunción sexual, el dolor pélvico y demás hasta ahora se valoraban seis meses después. Lo que se contempla es empezar a las ocho semanas”, comenta.
“Siempre se puede ayudar a curarlo desde el principio y no estar a la espera. Toda la rehabilitación y ejercicios que se puedan efectuar antes vienen bien”, apunta. Ello es favorable de cara a frenar complicaciones que se den durante el transcurso del posparto.
“Esa es la clave. Habitualmente se asume que si la paciente tenía incontinencias era porque aún los músculos no habían vuelto a su ser, pero, en ocasiones, realmente existe un inconveniente que no permite que retorne a su estado natural. Si eso es reconocido por los profesionales es más fácil actuar”, reflexiona.
Fusión de equipos
Sánchez hace hincapié en que están movilizando la fusión entre urólogos y ginecólogos para acometer las afecciones vinculadas al suelo pélvico. “Lo que se pretende es implementar la medicina regenerativa y dentro de ella, el tema de la disfunción sexual y para ello es importante implicar a las dos especialidades”.
El médico asegura que su aspiración es la creación de una unidad específica que funcione de forma independiente y que esté conformada por profesionales de los dos ámbitos. Esta también contaría con personal de rehabilitación. “Tenemos ya mirada un área física para hacerla, solo nos falta todo lo relativo a cuestiones oficiales”, manifiesta.
“La salud de la mujer atraviesa dos momentos fundamentales en cuanto al aspecto regenerativo, que son el climaterio y el periodo tras el alumbramiento. Nos gustaría centrarnos en esos dos puntos. La recuperación precoz tras dar a luz está implementado a nivel privado”.
“Ello significa que, no habría ningún problema en ese sentido. Se tiene toda la tecnología que se necesita, desde el láser hasta la radiofrecuencia, siguiendo con la específica, que son, concretamente, las agujas para poner el calor exactamente donde se precisa”, cuenta. “Se posee también la recuperación del tono muscular con sistemas, la oxígeno-terapia entre otros. La intención es instalar todo eso en la sanidad pública o al menos la mayoría”, prosigue.
Escuela en el Revellín
Sánchez asegura que el panorama actual en las infraestructuras sanitarias ya no es la misma que hace años atrás. Surgen nuevas tendencias que pueden ayudar a una atención mejorada.
“Los hospitales no son como antes, cuando se daban hospitalizaciones largasen larga, con plantas en la que se eternizara a las pacientes en las camas. Es posible cambiar eso en Ginecología”.
Más allá de este campo de la medicina, Sánchez también está involucrado con otro proyecto. Este es, hasta la fecha, una propuesta y el propósito es materializarla después del verano.
Se trata de crear una especie de escuela a través de eventos en el Teatro Auditorio del Revellín de la mano de la escuela de baile Lesmes. La finalidad es generar un espacio en el que se divulgue información sobre la importancia de desarrollar un estilo de vida que propicie su bienestar “teniendo al individuo como centro y como responsable de su salud”, detalla.
“Se les ofrecería una serie de elementos que ayuden a mantener ese buen estado, como lo es el acompañamiento, el ejercicio, la dieta o el ritmo el circadiano, entre otros”.