Unos sirios acceden de forma clandestina a la ciudad autónoma, mientras que otros son deportados desde Marruecos en contra de las directrices del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Desde el domingo, según estimó la comunidad de esta nacionalidad residente en el CETI, han recibido a seis compatriotas que cruzaron de forma irregular la frontera del Tarajal. Sin embargo, según la edición digital de la publicación Afrik.com, las autoridades del país vecino expulsaron a Turquía este lunes a 15 refugiados y otros seis se encontraban a la espera en el aeropuerto de Casablanca, entre ellos una embarazada. Tratos opuestos que tienen por protagonistas a unas personas cuyo país sufre una guerra civil.
Las primeras entradas en Ceuta datan del domingo, después del clásico Real Madrid-Barça, un pase en el que lograron su objetivo una mujer con su hija de 18 años y un bebé de nueve meses. Ya el lunes, una niña de 10 años sin acompañante superó los controles de las fuerzas de seguridad. Se trata de otra integrante de la familia Chahín, una de las más numerosa en el centro del Jaral. Una madre con su hija ingresaron ayer en el CETI completando las últimas acogidas en la ciudad. Según pudo conocer este periódico, las incursiones de estos sirios en territorio español se produjeron a bordo de vehículos, como ocurrió en casos anteriores.
Por otra parte, según Afrik.com, Marruecos ha amenazado con expulsar a algunos refugiados sirios acusados de “perturbar las mezquitas y a los fieles, practicando la mendicidad y algunos también sostienen discursos políticos”. Además, añade que hay “cientos de sirios cerca de Ceuta y Melilla”.