Una de las prioridades que se había marcado el actual presidente de la Autoridad Portuaria de nuestra ciudad, Juan Manuel Doncel, era, desde luego, el poner orden en la dársena pesquera que durante muchos años se había convertido en un coto sin vallar y donde muchos de los locales estaban siendo ocupados sin pagar el canon que le corresponde, de manera legal, a la misma APC. Por esta razón y con los preceptivos informes, incluido el del abogado del Estado, el pasado mes de octubre se comenzó a enviar las notificaciones a los actuales ocupantes de los locales para que dejaran los mismos de manera voluntaria. Una vez que transcurra el plazo de dos meses y ya en el Consejo de Administración que tendrá lugar el próximo mes de diciembre, la intención es comenzar con una segunda fase y sería el inicio del procedimiento de expulsión de quienes no lo hayan hecho de manera voluntaria. El objetivo de Doncel es no solamente poner orden sino que estos locales que existen en la dársena pesquera sirvan en realidad para quienes de alguna manera se dedican al mundo de la pesca en realidad y no que se servían para todo menos para lo que fueron construidos. Una decisión lógica la que ha tomado la Autoridad Portuaria, ratificada en su Consejo de Administración y que, desde luego, supone dejar muy claro que la aplicación de la norma y la necesidad del cumplimiento de la misma es una necesidad por parte de todos los que de alguna manera tienen que ver con la vida portuaria de nuestra ciudad.