¿Dónde está Mohamed VI?, ¿por qué fueron repatriadas sin problemas las mujeres marroquíes atrapadas en la Península y no se ha seguido el mismo criterio con las bloqueadas en Ceuta o Melilla?, ¿qué diferencia hay entre las temporeras de Huelva y las transfronterizas que se quedaron sin poder volver a sus hogares cuando Marruecos cerró la frontera el pasado 13 de marzo? Quien debe responder a estas cuestiones no lo hace y mientras, más de cien mujeres permanecen como invisibles atrapadas en nuestra ciudad, sufriendo las consecuencias de disponer de un hogar abandonado en su país y no tener trabajo en Ceuta, viéndose recluidas en una nave que, como si de una broma macabra se tratara, se ubica espalda con espalda a su propio país al que no pueden marchar.
Las mujeres han lanzado un basta ya y, al igual que los hombres, se han arriesgado a escapar, a huir a nado bordeando los espigones. En las últimas 24 horas lo han conseguido cuatro. Tres lo hicieron en la tarde de este pasado lunes y en la de ayer se marchó una cuarta cuya auténtica odisea fue recogida por las cámaras de FaroTV.
Los bañistas fueron testigos de este arriesgado periplo, seguido de cerca por guardias civiles y que, de tan arriesgado que fue, derivó a tener que activar la patrullera del Servicio Marítimo que finalmente no intervino. Ella, como sus tres compatriotas, consiguió regresar a su país como más de 50 hombres lo han logrado ya en los últimos meses.
Hasta ahora eran ellos los que lideraban estas fugas, pero las féminas no pueden más. Han hecho de todo: protestar, grabar vídeos difundidos en redes sociales implorando la ayuda del monarca alauita... Pero nada cambia su vida de atrapadas y los meses pasan y las informaciones apuntan a que la frontera tardará mucho en abrir. Las noticias de los familiares duelen, abren heridas que no cicatrizan... y estas esposas, madres o abuelas no aguantan más. Es la crónica de una desesperación como la que se pudo ver ayer cuando la protagonista de la última escapada hacía lo posible por mantenerse en pie, andando por la zona de playa que no le cubría para después bordear el espigón y llegar a nado, a duras penas, a su país.
Sin trabajo, en una nave que no es un hogar, atrapadas sin solución... ven ahora en el mar la única forma de escapar de Ceuta. Ya no van a parar.
En Marruecos hay un refrán que dice más o menos “si eres incapaz de abrir el nudo que has hecho con tus propias manos ,,, no tienes más remedio que utilizar tus propios dientes para abrirlo “,mayormente estas mujeres sabían que la frontera iba a cerrar pero optaron en quedarse en Ceuta ,....y los cálculos les salieron al revés ,
suplicamos a Dios conforme a su infinita bondad y misericordia, a detener la propagación del coronavirus , que todo vuelva a la normalidad y ayude estas mujeres a regresar a casa de forma segura y rápida.