Guillermina de Prusia, Elisabetta de Gambarini o María Hester Park son nombres que, probablemente, tan solo conocen los más eruditos de la música. Ellas fueron borradas de las partituras de la historia y, en su lugar, las composiciones de Bethoveen o Chopin llegaron al estrellato. Este lunes en Ceuta se ha tenido la oportunidad de conocer aquellas obras que quedaron a la sombra por años.
El escenario por el que han paseado sus piezas ha sido el del Centro del Mayor. No lo han hecho por sí solas. Laura Granero, pianista y musicóloga, ha sido la encargarla de dar vida a cada nota plasmada por este grupo de mujeres históricas.
El propósito de la actividad no es otro que el de dar a conocer a esas artistas que fueron relegadas al olvido. El programa incluye a las citadas y muchas más bajo el título de “Ellas componían”, un lema cargado de declaración de intenciones.
La actuación responde a la celebración del Día de la Mujer, cada vez más cercano. Pretende dar un espacio a aquellas músicas que no tuvieron ninguna clase de apoyo ni visibilidad por el mero hecho de ser del sexo femenino y por estar bajo el yugo de una sociedad machista.
Breve presentación
Los asistentes no han tenido que esperar mucho. Granero no se ha hecho de rogar. Su carta de presentación ha sido la música. Presta se ha colocado ante el piano para evocar la primera melodía.
Tras este tentempié, se ha sentado cara a cara con un nutrido público. Como si se tratara de una clase o de una charla amena, la música ha puesto el foco en las mujeres a las que ha encarnado en sus manos.
Fueron féminas talentosas a las que, dentro de su desafortunado sino, tuvieron la suerte de contar con algún aliciente que les permitió dar rienda suelta a su creatividad. Ana Amalia de Prusia la tuvo en cuanto su hermano Federico ascendió al poder. Mientras tanto, recibía las miradas de desaprobación de su padre.
Ha contado sus historias, una por una, con énfasis en cuáles fueron sus obstáculos; todos ellos procedentes de una sociedad patriarcal. El hecho de poder avanzar de la mano de la autorización de algún varón “es un tema recurrente”.
Todas, desde el barroco hasta épocas más cercanas, han estado marcadas por una serie de impedimentos que les impidieron ser vistas.
“Desvalorización y olvido”
Desde la organización del evento, el Instituto Mediterráneo de Cultura en colaboración con Conservatorio “Ángel García Ruiz”, remarcan la ausencia de ellas en los libros especializados. “Podríamos estar líneas y líneas nombrando compositores, hablando de sus obras o de sus biografías. Por esto queda más que reflejado la desvalorización y el olvido del papel de la mujer en el plano artístico”, mencionan.
“Ha sido tarea difícil rescatar y recopilar información que demuestre que también ellas fueron capaces de crear y de perdurar hasta nuestros días con el talento que les caracteriza”, detallan.
No hay otra pretensión que poner en el escaparate que ellas “también fueron genios”. Gracias a las investigaciones en los años 90 se ha podido recuperar lo que el tiempo podría haber eliminado de forma definitiva.