La mujer que fue detenida en Bab Sebta por enfrentarse a los aduaneros, después de un incidente en el que terminó su padre, discapacitado, tirado en el suelo, se enfrenta a juicio el próximo 5 de diciembre después de que se haya acordado la prórroga de su detención según han informado medios marroquíes.
El presidente del Tribunal de Primera Instancia tuvo una vista este jueves 28 de noviembre en la que se iba a valorar su puesta o no en libertad, acordándose mantenerla bajo control policial hasta esa fecha. Las acusaciones en su contra se mantienen y se centran en insultos a los funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones, agresión, contrabando y obstrucción a las labores de los aduaneros.
Los hechos que serán enjuiciados la semana próxima quedaron grabados en un vídeo que terminó siendo viral en el que, tras un roce con los aduaneros, terminó cayendo al suelo un discapacitado y otra mujer que estaban introduciendo mercancía desde Ceuta a Marruecos.
Las noticias están generando una reacción de apoyo a la detenida. Nadie habla ya sobre las condiciones de un paso fronterizo cuyo tercermundismo e infraestructura obsoleta provoca situaciones críticas de este nivel y ‘escupe’ con demasiada asiduidad escenas de este tipo en las que las fuerzas de seguridad vecinas quedan en evidencia. El Observatorio del Norte es el único que, de momento, se ha pronunciado exigiendo que se aclare lo ocurrido durante este incidente que ha generado el conflicto.
El padre habla en una entrevista
El padre de la joven ha ofrecido una entrevista en la que lamenta la situación en que se encuentra su hija. Asegura que ella reaccionó contra los aduaneros al verle a él tirado en el suelo, después de que los agentes volcaran su silla de ruedas. Le habían arrastrado a él y a su mujer por el suelo para quitarle la mercancía, lo que provocó la intervención de la joven. Dice que producto de la caída sufre lesiones en la espalda y que su hija solo reaccionó ante la situación acontecida.
En esta entrevista indica que esta casada con una persona de Ceuta y el padre indica que se ve obligado a pasar mercancía en silla de ruedas para poder sobrevivir. Confía en que pueda haber clemencia para ella.