Desde el pasado 25 de julio su familia no sabe nada de él. Muhammad abandonó Marruecos decidido, a sus 20 años, a cruzar hasta Ceuta. Le acompañaba en esa ruta su amigo Marwan, quien sí pudo alcanzar la orilla del Tarajal.
Desde esa fecha han perdido toda comunicación y, desesperados, piden ayuda por si alguien pudo verlo o sabe de su paradero.
Muhammad, con problemas de visión, quería encontrar a este lado de la frontera una oportunidad ante la imposibilidad de encontrar trabajo en su tierra. Cuenta su familia que Marwan asegura que emprendieron la salida hacia Ceuta juntos pero después, en el camino, se separaron. A este lado fronterizo nunca llegó. El mar les separó sin saber su paradero.
La desaparición de Muhammad tiene sumida en la desesperación a sus familiares. Este tetuaní comunicó que se iría, que dejaría su tierra, y se arrojó al mar burlando los blindajes que el vecino país ha dispuesto en sus playas para frenar la inmigración irregular.
Una familia que pide ayuda
Las hileras de concertinas a pie de playa han convertido esos arenales en un muro casi infranqueable, pero nada puede erigirse en veto definitivo cuando se persigue una oportunidad. Muhammad aspiraba incluso a mejorar sus problemas de visión en España y a buscar un trabajo. Muchos marroquíes no buscan quedarse en Ceuta cuando cruzan los espigones, sino alcanzar después la Península.
Esa ruta de los espigones se ha llevado ya la vida de varios jóvenes. No solo se cuentan los fallecimientos confirmados por la aparición de los cadáveres sino también los desaparecidos de los que nunca más se tienen noticias.
La familia de Muhammad ha presentado denuncia en el lado marroquí para que sepan de la ausencia del joven. No hay noticias. Por eso aspiran a tener alguna información en Ceuta, aferrándose a la esperanza de que alguien sepa alguna información que pueda ayudar.
buscan los y las marroquís curacion para sus dolencias en España y no pueden unirse para exigir curarse en Marruecos,es que la vaca ya no da más leche.
La juventud arriesgando la vida por salir de Marruecos, no lo entiendo, por Ceuta se oye que aquello está muy bien y que a cambiado mucho, pero los hechos hablan por sí sólos.
Bueno, mirar para otro lado cuando el problema está allí y no aquí, echarse al mar... sale mejor que ir a protestar donde debés... es una pena terrible estos muchachos jugando se la vida y perdiendola y allí, al otro lado, insensibilidad total. Pero para andar con reclamaciones... ahí están todos...
Por mucho blindaje que ponga marruecos, el dinero lo puede todo. Es rara la noche que la GC no avista entre 5-10 nadadores desde que se han colocado las concertinas. Y una vez que se vaya su rey de Rincón y baje la vigilancia, veremos cuantas toys, kayaks y nadadores aparecen