El escritor Mario Vargas Llosa, fallecido esta semana a los 88 años, deja un legado literario universal y una huella local en Ceuta. El Nobel de Literatura fue galardonado en 2013 con el Premio Convivencia de la Ciudad Autónoma, una distinción que reconoce la labor de personas o instituciones en favor del diálogo y el entendimiento entre culturas.
Pero más allá del homenaje y los discursos, su visita a la ciudad estuvo marcada por una polémica que revivió con la muerte del literato: el cóctel que acompañó el acto de entrega del premio.
La concesión del galardón a Vargas Llosa fue celebrada institucionalmente, no solo por la relevancia internacional del autor, sino por su firme defensa de la democracia, la libertad de expresión y los derechos humanos. La ceremonia, organizada por la Fundación Premio Convivencia, fue cuidada al detalle y culminó con una recepción oficial que no pasó desapercibida...
El cóctel de la discordia
La polémica estalló semanas después en el Pleno de la Asamblea, cuando el grupo político Caballas llevó el asunto a debate público. Fátima Hamed Hossain cuestionó en una interpelación los gastos asociados al evento, en particular el catering de la Fundación, que alcanzó los 2.000 euros, a los que se sumaron otros 285 euros en la misma jornada. Una cifra que, según denunció, equivalía al importe mensual de varias ayudas sociales concedidas por Servicios Sociales.
“El equivalente a casi diez ayudas mensuales de servicios sociales en una noche de cena”, llegó a decir Hamed Hossain en su intervención, tachando el evento de “vergonzoso” y rebautizando irónicamente la entidad como Fundación Premio Comilona.
No se quedó ahí. La diputada también criticó otros gastos recurrentes, como los casi 2.500 euros en telefonía en lo que iba de año 2013, y el uso de fondos públicos para tapeos que —según denunció— se justificaban con simples tickets de bar, sin facturas.
Un modelo de gestión en entredicho
Más allá del cóctel, el debate derivó en una crítica más profunda al modelo de gestión de la Fundación Premio Convivencia, dependiente del Gobierno de Ceuta. La oposición cuestionó el volumen del presupuesto destinado a este ente (unos 140.000 euros ese año), en comparación con otras partidas sociales. Según expuso Caballas, en 2013 la Fundación gestionaba una cifra similar a la mitad del presupuesto del IMIS (Ingreso Mínimo de Inserción Social) o siete veces más que las ayudas a personas con enfermedades raras.
La respuesta del Ejecutivo ceutí, en manos del PP, no se hizo esperar. La consejera Mabel Deu, presidenta de la Fundación, defendió la labor de la entidad, destacando su papel como impulsora de actividades culturales y de convivencia, su colaboración con entidades como el Instituto Cervantes o la Casa Árabe, y su esfuerzo por reducir gastos durante la crisis.
Deu argumentó que la Fundación no solo organizaba el Premio, sino más de 35 actividades al año, desde muestras de cine multicultural hasta celebraciones religiosas como el Mawlid, el Diwali o la Janucá, y negó que existiera despilfarro alguno.
“Flaco favor hace usted a los funcionarios que se desviven tardes, noches, fines de semana”, respondió Deu en tono encendido. También aclaró que desde 2004 se había optado por una gestión directa de la Fundación y que, tras asumir personalmente la dirección, había ahorrado 3.500 euros mensuales al erario público al eliminar el puesto de director general.
Vargas Llosa: convivencia y literatura
La entrega del Premio Convivencia a Mario Vargas Llosa en Ceuta, con su polémico cóctel, no solo significó el reconocimiento a una figura universal de las letras, sino que puso de relieve —involuntariamente— las tensiones sobre el uso de los fondos públicos y el papel de las instituciones culturales en una ciudad con altos niveles de desigualdad.
Un "cocktel" a un premio nobel, parece que a esta señora le dolió...el despilfarro en paguitas y subvenciones a subsidiados que no aspiran a nada en la vida, eso parece que no le molesta. Es lo que pasa cuando se quiere y no se puede
Caballas no conoce límites a su facilidad para hacer el ridículo. Sus sueldos si son dinero desperdiciado.
Y a cuántas ayudas sociales equivale el sueldazo que tienen Fátima Hamed y el resto de políticos?? Ya no importa la gente necesitada de Ceuta????