Marruecos ha conocido este martes la noticia de una tragedia. Tres mineros marroquíes han muerto asfixiados en un yacimiento de extracción de carbón en la provincia de Yerada, situada en el este del país alauíta, según han informado en un comunicado las autoridades locales.
La nota de prensa precisa que las víctimas, que tienen entre 43 y 52 años, fallecieron a causa de la acumulación del dióxido de carbono en el fondo del pozo en el que trabajaban, situado en la comarca de El Auinat y explotado por una cooperativa local de mineros.
Yerada, ubicada a unos 60 kilómetros al sur de Uxda (noreste del país, cerca de Argelia) y conocida por sus yacimientos de extracción de carbón, fue en 2018 escenario de un largo conflicto social protagonizado por los mineros y sus familias.
Las protestas sociales comenzaron a finales de diciembre de 2017 tras la muerte accidental de dos mineros en un pozo de carbón clandestino y se extendieron a toda la provincia, de más de 108.000 habitantes y que tiene una de las tasas más altas de desempleo de Marruecos. Los manifestantes protestaron contra la pobreza de la zona y el coste de las facturas de agua y electricidad, que hacía muy difícil a los precarios obreros y sus familiar llegar a fin de mes.
La provincia fue un importante centro minero por los yacimientos carboníferos explotados desde los años 20, que llegaron a dar empleo a más de 9.000 personas. Sin embargo, a partir de 1998 se vive en la zona una crisis económica tras el cierre oficial de las minas de carbón de la zona y la aparición de explotaciones informales de extracción del carbón con métodos caseros. Muchos habitantes de la zona decidieron emigrar a Europa mientras que cientos de ellos decidieron arriesgar sus vidas y quedarse trabajando en los yacimientos abandonados de manera clandestina.