Lo que hace un año parecía un imposible se cumplió ayer con la vuelta de una tradición que los ceutíes extrañaban. Aunque no lo hizo al cien por cien, al no permitirse la acampada. Así, con algunas restricciones y a pesar de la lluvia, la celebración se hizo realidad.
Pero no solo eso, sino que también se hizo con mucha reponsabilidad por parte de los ciudadanos, quienes acataron las normas para que todo transcurriera con tranquilidad. De hecho al finalizar la jornada, la Ciudad informó que no hubo incidencia alguna, siendo ese el balance del operativo de seguridad.
Esto demuestra que con cautela, y entendiendo que debemos ir paso a paso, podemos ir recuperando nuestra vida normal o lo más cercano posible a ello. Ahora lo que se espera es que el comportamiento cívico haya reinado en todos los aspectos y que cuando se hagan las batidas por los montes, los operarios no se encuentren con la desagradable sorpresa de montones de basura regados por todas partes. Si esto no ocurre, entonces podremos decir con toda seguridad que La Mochila se celebró como se debía hacer, sin ningún tipo de inconveniente. A esto hay que sumarle otra buena noticia que también tiene que ver con esos grandes avances que vamos logrando en la lucha definitiva contra la pandemia. Y es que el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, durante su comparecencia de ayer ante los medios de comunicación, a propósito del operativo de seguridad para La Mochila, hizo un importante anuncio, pues tras valorar de manera positiva los indicadores relacionados con la COVID-19, Ceuta levantará todas las restricciones de aforo si se consolidan los buenos datos. Estamos a punto de llegar a la meta, pero depende de nuestro comportamiento responsable, que sea lo más pronto posible.