Hay personas que se necesitan más que a nadie en las barriadas, sobre todo cuando desinteresadamente se ocupan de convertir lo que antes solo era un lugar para acumular basura en un
huerto. Así, tal cual. Y es que Miguel Ángel Rivas,
vecino de
Alfau, en Ceuta, decidió por voluntad propia, hace más de un año, ocuparse de un espacio que hay junto a las viviendas. Con sus manos poda y recoge la basura que las personas dejan por ahí sin control alguno hasta transformar este lugar en un rincón de primera.
Al principio hacía esto para que los vecinos pudieran, por lo menos, abrir sus ventanas al llegar el verano, ya que los olores por la basura acumulada impedían que lo hicieran. Después surgió la idea de plantar algunos frutos para que dieran colorido a esa parte de la barriada, hasta crear un auténtico huerto. “Antes no se podía pasar por aquí, estaba dejado de la mano de Dios. No se podía ni abrir en las ventanas de los olores.
Entonces decidí empezar a limpiar y podar todo, y recogí más de 400 bolsas de heces de perro. Lo hice con otro vecino y lo dejé todo en condiciones. Por lo menos ahora todo está más limpio”, ha explicado, Miguel Ángel Rivas, vecino y encargado del huerto de Alfau.
Rivas decidió sembrar algunas hortalizas, verduras, flores, árboles frutales... aprovechando así ese espacio y convirtiéndolo, con mucho mimo y cuidado, en este lugar tan especial. Miguel lo hizo con sus propias manos, un trabajo que ha podido comprobar de primera mano las cámaras de FaroTV. Eso sí, su única intención es mantener el espacio lo más limpio posible y lo que va consiguiendo del huerto es repartido por todos los vecinos del barrio. “He sembrado tomates, pimiento, limones, acelgas… pero todo con la única intención de repartirla entre todos los vecinos y se puedan aprovechar de esta acción”.
Uno de los problemas a los que se ha enfrentado es que el dinero lo ha tenido que poner de su bolsillo, motivo que ha llevado a que la factura del agua se le haya disparado en los últimos meses. Asimismo, obtuvo hace tiempo la promesa por parte de la Consejería de Medio Ambiente de que le colocarían una toma de agua para poder regar el huerto y que se lo vallarían todo para mantenerlo más cuidado. Esas promesas se las ha llevado el tiempo. “La verdad es que llevo gastado un dineral. He comprado 60 sacos de estos grandes de tierra para mezclar porque no se podía ni clavar la zoleta y he sembrado abono. Además saco la manguera de mi casa y riego todo el huerto por lo que sale de mi bolsillo. Quitando que algunos vecinos a veces me dan 20 euros y lo aprovecho y lo echamos ahí”.
Esta labor de este vecino de Ceuta ha sido muy importante tanto para la salubridad de la barriada como para la concienciación de muchos incívicos que ahora no arrojan la basura en ese lugar.