A finales de mayo con la desescalada volvían los mercadillos, como el de Hadú. Los vendedores volvieron a montar sus puestos para recibir a sus clientes con muchas ganas porque llevaban tres meses sin poder trabajar. Sin embargo, desde hace una semana no pegan ojo sin saber cómo van a sacar adelante a sus familias.
Con el último decreto aprobado por el Gobierno de Ceuta con la intención de evitar lo máximo posible las aglomeraciones, los siete puestos de venta ambulante ven de nuevo mermado su derecho a poder ganarse la vida dignamente vendiendo sus productos. Solían ubicarse a las puertas del Mercado de San José en Hadú de lunes a sábado desde las 8.30 horas hasta las 14.30 horas, aunque en estos tiempos solo acudían a ellos sus clientes de toda la vida.
Toda una vida vendiendo ropa en la calle lleva Mohamed Ahmed, uno de los vendedores ambulantes. “Llevamos ya una semana sin poner el puesto y ya no tenemos ni un duro ni para comer. Mi mujer está embarazada y tengo que mantener a mis seis hijos. Esto no hay derecho y no puede quedarse así. Queremos que nos den un puesto en el mercado o que nos reubiquen en algún lado. Yo llevo 37 años ya aquí vendiendo”, relató.
Un mercadillo que hasta hace una semana estaba lleno de vida y que lleva desde siempre en la barriada, por lo que los clientes estos últimos días se encontraban la sorpresa de que no había ningún puesto. Además sus clientes son respetuosos con las medidas de seguridad y los comerciantes siguen todas las recomendaciones sanitarias.
“Además no hay tantas aglomeraciones como antes porque los puestos están a tres o cuatro metros de separación. Para vender una cosa tengo que estar media hora porque tampoco hay tanta gente como antes y encima de buenas a primeras viene la Policía y nos quita nuestra forma de vivir. No hay derecho a esto. ¿Cómo vamos a vivir ahora? Yo llevo desde los cinco años viniendo a vender con mi padre”, continuó Mohamed.
Han sido tres meses muy raros durante el confinamiento sin poder vender y comenzaban a levantar cabeza, aunque la cosa sigue floja. Pero ahora, ya no pueden seguir con la actividad y las pérdidas y el género siguen acumulándose sin poderle dar salida. Por eso, piden ser ubicados dentro del mercado o que puedan volver a poner sus puestos en la calle Mohamed Hamed Abderrahaman.
El presidente de la la barriada, Hamido Frugui, ha explicado que la zona de Bermúdez Soriano es “perfecta para ellos porque aquí no estorban a nadie” o sino dentro del mercado que “hay muchos puestos cerrados”. “Lo que queremos es que los reubiquen. No hay tanto problema porque no son mucha gente, son son cuatro o cinco personas, pero lo que no podemos es dejar sin nada a estas familias con los tiempos tan malos porque como sigamos así Ceuta se va a quedar vacía”, prosiguió.
Por ello, piden una reunión con la Consejería de Sanidad o los responsables en esta materia para que les den una solución cuanto antes y les reubiquen para que puedan sacar adelante a sus familias en tiempos tan difíciles como los que vivimos porque el mercadillo es su vida.
Loco de la colina, has dado en el clavo
Con todo el respeto y admiración a estos trabajadores, les puedo decir que pidan a las autoridades que les ubiquén en el interior del mercado, ya que esté cuenta con mas de 50% de puestos vacios. Y de esta manera, al menos están seguros ante cualquier incidencias climatícas, y de paso quedaria libre la calzada, para la circulación de vehículos, ya que es una de las principales arterias de acceso a otra barriadas.