La sexualidad de las personas con discapacidad ha sido siempre una asignatura pendiente. Sin embargo, el asunto ha comenzado a abrirse camino en los últimos años. La exploración de este tema deja a los familiares con dudas por resolver. Es este motivo por el que Plena Inclusión Ceuta lo ha sacado a la palestra este miércoles en las IV Jornadas de familia.
El acto, que se ha desarrollado en las Murallas Reales, ha contado con la participación de profesionales del área sanitaria local y con terapeutas ocupacionales de la entidad. La intención es enseñar a los allegados que conviven con los usuarios una serie de herramientas para apoyarlos en procesos como la menopausia, la andropausia, los cambios en la menstruación o los métodos anticonceptivos.
No existe una sola razón por la que se ha hablado tan poco hasta la fecha de esta faceta. Al menos, así lo ha indicado Beatriz Gil, psicóloga de la organización. “Hay que tener en cuenta que, desde hace casi un siglo, la mujer vive más. Cuando empieza el climaterio, lo experimenta por más tiempo al igual que el hombre”, ha indicado.
“Los cambios históricos son los que han hecho que se le preste más atención a ello. A día de hoy tienen más esperanza de vida y ya no están tan institucionalizadas, es decir, viven con sus seres queridos”, ha explicado.
Ponerle nombre
La charla pretende que padres, hermanos o tutores sepan ponerle nombre a cada uno de estos cambios que atraviesan las personas con discapacidad. El propósito es dotarlos de unas claves para que consigan reconocer qué les ocurre o cómo proceder para que puedan afrontarlo de forma llevadera.
La experta lo expone con un supuesto. “Si alguien tiene un grado grave a nivel intelectual, no expresa ningún tipo de sentimiento. Si pasa por un sofoco de noche, ¿cómo pueden gestionarlo? Al carecer de esa expresión, lo hacen a través de conductas”, ha apuntado.
Ello significa que los que están en su entorno deben estar pendientes para ver las señales. “Esos comportamientos aparecen en gritos o llantos, por ejemplo. Probablemente, los familiares lo hayan observado, pero no conozcan el origen de eso”, ha relatado. Durante el trayecto deben estar acompañados por el médico de cabecera. “Es el primero que lo ve. Luego, habría que derivarlo a los especialistas, psicólogos, enfermeros y educadores”, ha manifestado.
No confundir
Las ponencias sirven para que estos síntomas o reflejos no se confundan o malinterpreten con otras situaciones. “Es para que no se ensombrezca con la muerte de alguien cercano o con otros acontecimientos que puedan suceder”, ha asegurado. No solo habla como tal de qué es la menopausia o la andropausia. Se ahonda en la sexualidad, los métodos anticonceptivos, los medicamentos que se usan en ciertos casos y cómo afecta en el plano psicológico estos procesos.
Begoña Rodríguez, ginecóloga del HUCE, ha estado presente en el evento. “Me comentaron que esto les hacía mucha falta, hablar sobre las alteraciones de la menstruación de quienes tienen discapacidad. Se tratará a partir de los 21 años, ya que a partir de esa edad son adultos”, ha incidido.
“Se hace mención a las formas de contracepción, cuáles son las más adaptadas y se aconsejará sobre su uso. Este perfil de pacientes también mantiene relaciones sexuales y eso se dará a conocer a los allegados. No se puede descartar un embarazo no deseado o alguna enfermedad”, ha puntualizado.
“Lo habitual es que piensen que ellos no las tienen, pero eso no es cierto”, ha comentado. “Pueden quedarse encinta sin buscarlo. Como usualmente no se comunican o no están al tanto de su regla, pueden detectarse gestaciones de forma tardía”, ha mencionado. La facultativa considera que es preciso empezar a entrar en este aspecto incluso antes de que se produzcan.
Cáncer
Se aborda también sobre “el screening de cáncer de cérvix y de mama. Muchos no se someten a las pruebas porque les da miedo la exploración ginecológica o la mamografía o simplemente las desconocen”.
A su vez, la conferencia muestra las vías para hacerles comprender cada actuación médica. “Pueden estar totalmente acompañados. Se les explica cómo son estos exámenes para que no les teman y para que ellos junto a los terapeutas puedan transmitirlo a sus familiares con discapacidad”, ha detallado.
“Se puede hacer con palabras o con pictogramas para que se quiten ese pavor. También es necesario que conozcan al personal sanitario por si tienen dudas ponerse en contacto con este o solicitar una cita a última hora de la mañana para adaptar la consulta a ellos”, ha matizado.
Terapia ocupacional
Uno de los pilares relevantes en esta cuestión es la figura del terapeuta ocupacional, que también debe trabajar junto a la persona para enfrentar este cambio. Su función es darle pautas u ofrecerle modificaciones en su rutina para que sobrelleve la circunstancia.
“Nuestro papel es adaptarnos a ese nuevo episodio vital”, ha destacado Luis Ramírez, uno de los profesionales de esta rama de Plena Inclusión. “Supone una transformación en los hábitos, en la monotonía y en los roles. Tenemos que acompañarlos para que se haga a la situación de la mejor manera posible”, ha aseverado.
“Debido a su problemática con la comprensión, se simplifica y se le traslada de tal forma que lo entiendan. Ahí es por donde se empieza, por la educación en sí. Después, se modifican los desempeños en la vida diaria porque ya pueden funcionar igual que antes”, ha apuntado. Lo ilustra con algunas recomendaciones como fraccionar el tiempo invertido en tareas domésticas o como hacer alguna actividad que relaje a la persona con discapacidad.
La andropausia es menos conocida, pero, de igual forma, existe. Se revela de un modo distinto a la menopausia. “Se producen variaciones comunes, aunque en el caso de los hombres baja la testosterona, se pierde masa muscular, aumenta el peso y afecta, sobre todo, a la sexualidad. Se dan menos erecciones y en menor cantidad. Todo eso tiene una carga psicológica que es importante trabajar”, ha concluido.