El pasado viernes el Consejo de Ministros, a propuesta de Medio Ambiente, aprobó 16 planes de gestión del riesgo de inundación, entre ellos, el de Ceuta.
Los planes contemplan una inversión de 800 millones de euros. El Ministerio informa a El Faro de que la inversión para nuestra ciudad será de 1.450.000 euros. El plan ceutí contempla 19 medidas. Las que se llevan la mayor parte de la inversión, el 94%, son las dirigidas a la prevención de inundaciones, mientras que el resto, un 6%, se destinará a medidas de protección y recuperación. El plan se ejecutará en los próximos años y se enmarca dentro del plan hidrográfico de Ceuta que fue aprobado igualmente por el Consejo de Ministros hace dos semanas.
Dentro de las medidas de prevención, destaca la atención especial en la ordenación del territorio y la necesaria limitación de los usos del terreno. “La ordenación del territorio es quizá el enfoque más eficaz para prevenir el incremento en el riesgo de inundación, o en su caso reducirlo, de una forma sostenible, mediante el control de los usos y el establecimiento de criterios para el desarrollo de las distintas actividades en las zonas potencialmente inundables”, subraya el plan.
La elaboración de estudios de mejora del conocimiento sobre la gestión del riesgo de inundación es otro de los objetivos a cumplir para una mejor gestión y capacidad predictiva ante situaciones de avenida e inundaciones y reducir los riesgos y peligrosidad en las zonas inundables.
En estas medidas se invertirán 674.300 euros a ejecutar tanto por parte del Ministerio, a través de la Dirección General de Costas y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), como de la Ciudad Autónoma.
Además, habrá que elaborar un programa de mantenimiento y conservación de los cauces. En este punto, el plan exige de una coordinación entre la administración estatal y autonómica para cumplir los objetivos y medidas específicas de este apartado, como los desbroces y eliminación de acumulaciones excesivas de vegetación muerta en los cauces o zonas inundables que pueden provocar un tapón así como en el fondo de los cauces (retirada de lodos, acondicionamiento de frezaderos, eliminación de depósitos de fango...).
Prácticamente las mismas medidas se contemplan en el programa de mantenimiento y conservación del litoral ceutí. En estos programas prevención se invertirán del orden 1,3 millones de euros entre el Ministerio de Medio Ambiente y la CHG en los próximos seis años.
Protección
En materia de protección frente a inundaciones se contemplan medidas, como la restauración hidrológico-forestal y ordenaciones agrohidrológicas, que consiste en acciones de protección del suelo frente a la erosión, defender el territorio frente a la sequía y las inundaciones, aumentar la capacidad de aprovisionamiento de agua y contribuir a la conservación y mejora de la funcionalidad de los suelos. También se incluyen medidas para la retención natural del agua y la reforestación de las riberas y la elaboración o actualización de las normativas de gestión de la explotación de embalses que tengan un impacto significativo en el régimen hidrológico. La construcción o modificación de presas, la mejora del drenaje en infraestructuras, como las carreteras, y en la estrucutra de las zonas inundables completan el capítulo de las actuaciones en materia de protección al que se destinará un montante de 70.000 euros.
Recuperación
El tercer capítulo de las inversiones del Plan de Gestión del Riesgo de Inundaciones de Ceuta es el que menor inversión económica tiene, unos 10.000 euros. Los objetivos a cumplir son el establecimiento y mejora de los sistemas de alerta meteorológica incluyendo los sistemas de medida y predicción de temporales marinos. Para este cometido habrá que revisar los protocolos de avisos e información con la Agencia Estatal de Meteorología para lograr una comunicación instantánea de las alertas climatológicas con las autoridades caballas.
En estos casos de posibles inundaciones y situaciones de alerta, la Ciudad Autónoma debe adoptar las medidas necesarias para mejorar la planificación institucional de respuesta a emergencias de inundaciones a través de la coordinación entre los cuerpos de protección civil ceutí y estatal. Esa mejor coordinación vendrá de la mano de la elaboración o mejora de los protocolos de actuación y comunicación de la información relativa a inundaciones.
En materia de preparación frente a las inundaciones, la administración estatal y local colaborarán en la realización, por ejemplo, de campañas de información y sensibilización a la población ante el riesgo de inundaciones para instruir a la ciudadanía en las herramientas y estrategias de autoprotección a su alcance.
Otra de las medidas incluidas en el capítulo de la recuperación y revisión tras una inundación están la evaluación de daños y las obras de emergencia para la reparación de infraestructuras afectadas sanitarias y ambientales básicas. Sin embargo, para este apartado no existe una dotación específica, pues ésta dependerá de los daños que se produzcan.
Los arroyos Benítez y Colmenas y la playa de Benzú, las más riesgosas
En cuanto a las zonas con un peligro mayor o menor ante una inundación en Ceuta, el Plan de Gestión de Riesgo de Inundaciones contempla que, en el caso de los riesgos fluviales, no se aprecia en nuestra ciudad un riesgo o peligrosidad altos. Sólo se aprecia valores más destacados que en el resto de la orografía caballa en el arroyo Benítez y el arroyo de las Colmenas.
En cuanto a nuestras costas, el mapa de riesgo elaborado en los últimos meses no evidencia ninguna zona de nuestra ciudad co una especial peligrosidad o riesgo de inundaciones.
“Aun así, se ha de destacar que la muralla de Ceuta es el que presenta mayores valores de riesgo y es aquél sobre el que habría que focalizar la atención principalmente”, señala el documento al que ha tenido acceso este periódico. Por detrás de la zona amurallada, el peligro ante inundaciones más alto en nuestra ciudad es la zona costera de Benzú y La Almadraba.
Cabe destaca que la evaluación de riesgos y peligrosidad se basa en criterios como la superficie susceptible de verse inundada, la población afectada, entre otras variables.