El fuerte temporal de levante ha pasado por Ceuta más suavizado de lo que se esperaba. La ciudadanía ha hecho caso de las alertas emitidas y ha tomado las precauciones necesarias, aunque algunos han criticado las medidas adoptadas, como la suspensión de las clases, tildándolas de exageradas.
Sin embargo, se tomaron las precauciones acordes a las informaciones meteorológicas con las que se contaba y que avecinaban un fuerte temporal que podría afectar a la población de no asumir unas precauciones para evitarlo. En estas situaciones, más vale prevenir que curar y más cuando se mantiene en juego la integridad física de la ciudadanía.
Estas personas que cuestionan si han sido acertadas o no las decisiones de prevención, deberían recapacitar en qué hubiera pasado si a causa del viento o de algún desprendimiento de alguna rama, una persona hubiera resultado herida. En este caso seguro que criticarían igualmente que las autoridades no han hecho lo correcto y recriminarían que las alertas no se tuvieron en la consideración suficiente, exponiendo a los ceutíes a un peligro innecesario. Es mejor no tener que lamentar nada.
Por suerte el temporal ha pasado sin causar más estragos que el importante oleaje que ayer se podía observar casi desde cualquier punto de la ciudad y una temperatura poco agradable, acompañada de un fuerte viento. Alguna que otra rama caída, pero que no afectó a nadie y tampoco causaron daños materiales de importancia.
Desde hoy se espera que poco a poco todo vaya volviendo a la calma y que Ceuta recupere la normalidad y sus conexiones marítimas con la Península.
Los estudiantes volverán hoy a las clases, pues los peores pronósticos ya han pasado.