El ministro de Agricultura marroquí, Mohamed Sadiki, ha anunciado que el censo de cabezas de ganado ovino importadas hasta el momento para la Fiesta musulmana del Sacrificio 'Aid al-Adha', prevista para el próximo mes de junio, ha alcanzado hasta la fecha los 220.000 animales.
Sin embargo, ha confirmado que están a la espera de que en los prósimos días lleguen otros 250.000 animales a Marruecos, con la perspectiva de alcanzar las 600.000 cabezas que dijo hace poco más de un mes que se importarían.
Sadiki explicó este pasado lunes en la Cámara de Representantes que la medida de apoyo a la importación de ovejas destinadas a los sacrificios por un valor de 500 dírhams por cabeza desde el 15 de marzo hasta el 15 de junio del año en curso, "es una medida excepcional y temporal que tiene como objetivo preservar el rebaño nacional y la estabilidad de los precios".
La decisión del Gobierno de reintroducir la medida que aplicó el año pasado, relacionada con el apoyo a la importación de ovejas asignando 500 dírhams por cabeza, ha suscitado un debate en la Cámara de Representantes.
Los parlamentarios intervinientes, que pertenecen a los grupos políticos de la oposición, coincidieron por unanimidad en que este apoyo no tiene ningún efecto sobre el terreno, dado que los precios siguen aumentando.
Por otro lado, algunos parlamentarios criticaron que un número limitado de importadores se beneficien de este apoyo, pidiendo que se adopten nuevas condiciones para evitar sospechas al respecto.
Un parlamentario denunció que el precio de la carne de cordero alcance los 130 dírhams a falta de menos de un mes para que los marroquíes celebren la Fiesta del Sacrificio.
Finalmente, los parlamentarios pidieron reforzar los controles en los mercados, especialmente sobre quienes se beneficiaron de las ayudas, y uno de los portavoces políticos advirtió que estos podrían acaparar las ovejas importadas y subvencionadas, y retrasar su venta hasta después de la Fiesta del Sacrificio.