Han sido más de veinticinco años de relación de Mariano Rajoy con nuestra ciudad. Desde los tiempos en que fue nombrado por José María Aznar como uno de los cuatro vicesecretarios generales del Partido Popular, tras la llegada del madrileño a la Presidencia de los populares, viajó en varias ocasiones Ceuta como integrante todavía de un partido que se curtía entre la oposición y la necesidad de gobernar. Sin embargo, ese Gobierno no llegó hasta el año 1996. Se dio la circunstancia de que un año antes, Ceuta había obtenido su ansiado Estatuto de Autonomía, aunque no fuera un estatuto como el que quería la mayor parte de la población, sí ha servido para mejorar las relaciones entre las dos administraciones y ha permitido igualmente ser la base de la transformación que ha sufrido la ciudad a todos los niveles. Ceuta tenía ese estatuto, pero no quedaba más remedio que ir dotando al mismo de contenido, es decir, las competencias que se iban a asumir de acuerdo con el contenido de nuestra nueva base de reglas. Había que formar la conocida Comisión Mixta de Transferencias. Es decir, una comisión formada a partes iguales por la administración autonómica y también por la administración autonómica. Se produjeron dos reuniones y Mariano Rajoy fue una base esencial de la misma. En su calidad de ministro para las Administraciones Territoriales fue el primero de los Ministerios por los que pasó a lo largo de sus ocho años con José María Aznar.
Siendo Rajoy jefe de la oposición se desplazó a Ceuta para apoyar siempre a Juan Vivas
Se llegaron a realizar dos reuniones, la primera de ellas en Madrid, en la sede del Ministerio, en pleno Paseo de la Castellana, y la segunda en Ceuta, en un acto que tuvo lugar en el Salón de Plenos de la Asamblea, siendo ya presidente de la Ciudad Autónoma, Jesús Fortes. Y es que tuvo que ser el Partido Popular el que rellenara, de alguna manera, de contenido el estatuto de autonomía de nuestra ciudad, porque desde su promulgación, en marzo de 1995 hasta la llegada de Aznar un año después, no hubo ni un solo intento de dotar de esas transferencias a la nueva Ciudad Autónoma.
Sin embargo, en esos ocho años de José María Aznar, no terminaron ahí las relaciones del gallego Rajoy con Ceuta. Hay que acordarse también que fue ministro del Interior durante la segunda legislatura de Aznar, durante un período que no superó el año y medio. Pero también tuvo que lidiar en esa etapa con el drama de la inmigración y además debe recordarse que fue uno de los instantes donde se plasmó la construcción del Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI).
Vivas y González Pérez tenían una vinculación directa con el ya expresidente Rajoy
Antes había pasado por Educación y no terminó esa segunda legislatura en Interior, sino que fue ascendido por Aznar, en su última etapa, a vicepresidente del Gobierno y ministro de la Presidencia, preparando ya la sucesión. Luego vino una segunda etapa que se podría centrar en los siete años en que permaneció José Luis Rodríguez Zapatero al frente de los destinos de nuestro país como presidente del Gobierno.
Por medio hubo dos Congresos nacionales del
Partido Popular, donde la formación en nuestra ciudad, encabezada en toda esa etapa por Pedro Gordillo al frente de los destinos del partido y de Juan Vivas, a los mandos del Gobierno en la Plaza de África, siempre se mostraron favorables a la línea marcado por el político gallego, frente a otras voces que pedían su salida en aquel famoso Congreso de Valencia en el año 2008. Al menos en un par de ocasiones, siendo Rajoy jefe de la oposición y presidente nacional del Partido Popular, se desplazó a Ceuta, de manera principal, para apoyar siempre a Juan Vivas en sus campañas donde encabezaba la lista del Partido Popular para las autonómicas. Durante todos esos años en la oposición había dos políticos que le mantenían perfectamente al día de todo lo que sucedía en nuestra ciudad. Por un lado, como es lógico, el presidente Vivas, en su calidad de integrante de la ejecutiva nacional de la formación política, pero tampoco se puede olvidar a otra persona, que ya no se encuentra entre nosotros, pero gozaba igualmente de una gran influencia sobre Rajoy en lo referente a Ceuta. Estamos hablando de Francisco Antonio González Pérez quien, posteriormente, cuando el político gallego llegó a la Presidencia del Gobierno le confió la Delegación del Gobierno en nuestra ciudad. No olvidemos que Francisco Antonio González Pérez coincidió con Rajoy en el grupo parlamentario popular del Congreso a lo largo de 17 años. El llorado Paco Antonio llegó al Palacio de la Carrera de San Jerónimo en el año 1993 y se marchó en el año 2010. Fueron diecisiete años de compañeros en el mismo grupo político. Nos vamos ya a otra etapa y son los años en que Mariano Rajoy fue presidente del Gobierno de la Nación. Hay que dejar bien claro que en esa primera etapa, donde todas las promesas electorales de la formación política no se pudieron llevar a cabo, como consecuencia de que la realidad del país era otra bien distinta a la que nos habían contado desde el Gobierno anterior, las distintas promesas que le hizo al presidente Vivas durante un encuentro que ambos mantuvieron en el Palacio de la Moncloa se cumplieron a rajatabla.
Vivas acudió a aquella famosa reunión con un paquete de medidas que pasaban, de manera principal, porque a Ceuta se le mantuviera su Régimen Económico y Fiscal, además de mantener determinados convenios con la Administración General del Estado que habían sido borrados del mapa por parte del Gobierno socialista. Pues bien, nada más que hace falta repasar la hemeroteca para darse cuenta que a los pocos meses de la constitución de su gobierno, nuestra ciudad comenzó a disponer nuevamente de partidas que habían sido laminadas: hablamos de la ayuda por la producción de agua, los dos millones de euros que se destinan a las organizaciones del CERMI, la reducción del acuerdo para aportar fondos destinados a los Menores Extranjeros No Acompañados y también el conocido como convenio MEC-Ciudad. Sin embargo, a pesar de encontrarnos con la peor crisis económica que había padecido nuestro país a lo largo de su historia democrática, se ha podido comprobar con datos que las transferencias desde la Administración General del Estado se han incrementado en casi un 30 por ciento durante ese tiempo. En estos años visitó nuestra ciudad en esa doble condición que siempre ocurre cuando uno se traslada, siendo presidente del Gobierno, a un acto electoral de su partido. Fue para las anteriores elecciones generales. Rajoy mantuvo un encuentro con el presidente de la Ciudad Autónoma en el despacho del Palacio autonómico y luego participó en un mitin en el Parador Nacional La Muralla. Y otra prueba esencial de esa prioridad que para Mariano Rajoy ha sido nuestra ciudad la encontramos en el cambio que su propio Gobierno ha tenido hacia las peticiones del presidente Vivas, a partir del encuentro que ambos tuvieron en el Palacio de la Moncloa el pasado mes de marzo. Allí, el mismo Vivas informó de las diferentes reuniones que durante el último año y medio había venido manteniendo con distintos Ministerios, pero que, al final, no encontraban una salida adecuada. Fue dar la orden el mismo Rajoy y se pudo comprobar que al mes siguiente tuvo lugar la cumbre que tuvo lugar en el Palacio de la Moncloa y que fue presidida por la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría y a la que asistieron tres ministros y otros tantos secretarios de Estado. Ahí han quedado unos Presupuestos Generales del Estado, aprobados en el Congreso de los Diputados, pendientes del Senado, pero que el mismo Pedro Sánchez ha quedado en respetar y que gobernara con ellos. Unos PGE que incluyen medidas históricas como el incremento de la bonificación del 50 al 60% en el IRPF, la bajada del 50% en la tasa del juego para potenciar la entrada de empresa de juego online en Ceuta, el incremento hasta el 75% de la bonificación al transporte marítimo y terrestre y la definición, por primera vez, del conocido como hecho fronterizo y que ha sido evaluado en algo más de 3,2 millones de euros.