No sé lo que pensaría el alcalde de este pueblo si cada vez que acudiera al despacho se tuviera que sentar en una silla rajada, sucia y digna de ser un albergue de pulgas y garrapatas. No sé lo que pensaría nuestra delegada del Gobierno si cada vez que se sentara a la mesa de su despacho perdiera más tiempo en ver la manera de agarrar los cajones para que no caigan al suelo y aguantar que la infraestructura se mantuviera en pie. Tampoco sé la cara que se les quedaría a nuestros concejales de pueblo si cada vez que fueran al baño, en esas escapadas que hacen en los plenos, les dieran arcadas comprobar el estado de un inodoro que nadie limpia. No sé todo esto porque nunca ha habido quejas ni del alcalde, ni de la delegada, ni de los concejales de pueblo por este tipo de circunstancias. Sí las ha habido, en cambio, de los guardias civiles de la Compañía Fiscal a los que, como es verano y no hay elecciones de por medio, ni el alcalde, ni la delegada, ni los concejales de pueblo les han hecho caso en sus peticiones de trabajar en unas dependencias con cierta dignidad.
Por eso la AEGC anuncia que habrá manifestación, que se plantarán en la plaza de los Reyes para que toda Ceuta sepa cómo tienen que trabajar después de que los dignos representantes públicos hayan preferido seguir en sus vacaciones o comentar la primera tontería que se les ocurre en sus perfiles de redes sociales. Eso no cuesta trabajo. Lo que sí cuesta es ganarse el sueldo y preocuparse por cómo están estos agentes que ahora no votan y que tampoco se pueden quejar con nombre y apellidos porque si no les meten un correctivo. En la Guardia Civil sigue pasando eso, se pierde más tiempo en buscar fantasmas que en resolver problemas, por eso sigue sin avanzar y por eso sigue viéndose sometida a los criterios del político de turno como marionetas.
Pues nada, tendremos manifestación. Tendremos concentración y protesta pública para que toda Ceuta y el resto de España sepan que si el ‘compro-mueble’ pudiera cruzar la frontera se negaría a llevarse el mobiliario de los guardias civiles de la Fiscal. No estaría mal que don Juan y doña Ory se dieran una vuelta por el lugar en vez de preguntar si lo que cuenta la AEGC es así como lo dicen. No crean que todos somos iguales que ustedes que llevan el arte del invento en las venas.
Vergüenza de pertenecer a ésta institución con mandos tan hipócritas.