Llegas a la playa, te tumbas un poco al sol y, cuando te quieres dar un chapuzón, compruebas que hay una mancha en el agua. Esto hace saltar las alarmas y, quizás, se quiten hasta las ganas de refrescarse. Esta situación llamativa y particular sucedió en la tarde de este pasado jueves en distintos puntos de la costa ceutí, como la zona del Tarajal o Fuente Caballos o en algunas playas como la Ribera, Chorrillo y Almadraba y en aguas exteriores (Sarchal y Recinto) de la bahía sur. Las fotos no se hicieron esperar y los curiosos inmortalizaron este hecho nada común en Ceuta.
Según Francisco Javier Martínez, biólogo de Obimasa —perteneciente a la Consejería de Medio Ambiente y Servicios Sociales—, esto pudo deberse a la ‘Noctiluca Scintillans’. Es decir, un organismo unicelular marino y bioluminiscente que, en su conjunto, genera un color anaranjado en el agua. El aspecto es característico y, bajo desconocimiento de la población, genera incertidumbre por si puede ser perjudicial para el ser humano. “Esto no provoca ningún riesgo para la salud”, expresa Martínez.
Por su parte, la Ciudad ha confirmado que "no son vertidos". "Un técnico de Obimasa se desplazó a la zona, tras recibir el aviso, pudiendo comprobar que se trataba de la acumulación de este tipo de organismos", han explicado en nota de prensa.
Se trata de un fenómeno relativamente habitual entre julio y septiembre, que en Ceuta suele ocurrir todos los veranos. Obedece a un ritmo natural en la sucesión del plancton combinado con condiciones ambientales favorables de temperatura, estabilidad del agua y productividad del plancton.
Las causas de este fenómeno natural, según el biólogo, “se encuentra en el incremento de las temperaturas”. Hasta 27 grados marcó el mercurio en las horas puntas de este jueves. Además, “esto no se daría sin la ayuda del viento de Levante que ha llegado en los últimos días”, matiza. Este cóctel perfecto ocasionó la aparición de este dinoflagelado marítimo que tiñó por distintas partes de la costa.
Más versiones
Desde el Museo del Mar, su director, Óscar Ocaña, también coincide que detrás de este hecho se pueda encontrar la ‘Noctiluca’, aunque “en el apellido no encajo hasta que se analice la muestra”. Por ello, “este puede ser un problema sanitario, ya que estas pequeñas algas llevan toxinas”. Eso sí, añade que “no hay que alarmarse, puesto que no afecta directamente a la piel”.
Este fenómeno natural, según criterio de Ocaña, se ha producido “por la concentración masiva de nutrientes (hierro y nitrógeno), al que se le añade las altas temperaturas y otros factores”. Estas mareas rojas no viene de muy lejos, sino que “son generadas en nuestro litoral”, pero, igualmente, “se encuentra la otra opción de que el factor humano esté detrás a modo de aguas fecales o vertidos de áridos que hayan arrojado al mar”.
Dos versiones de un mismo hecho, lo claro es que no afecta directamente al ser humano, pese a las “posibles toxinas”. Esta no es la primera vez que sucede en la ciudad autónoma, aunque no es hecho que ocurra con frecuencia.
Hasta aquí en rincón sale lo mismo en el mar solamente donde hay rocas
Y no puede ser al desove de algún pez como jurel boquerón o sardina ?
No. Es lo que han informado: marea roja. En analíticas anteriores era Noctiluca miliaris. Cuando hay oleaje y choca contra las rocas se produce una bioluminiscencia característica. Si se toma una muestra en un tarro y se agita, en total oscuridad, se produce la luminiscencia ya dicha. Hay que tener cuidado con el consumo, sin control sanitario, de moluscos bivalvos porque puede ir mezcladas con organismos unicelulares productores de toxinas PSP (neuroparalizantes), DSP (gastroentéricas) y ASP (amnésicas).
aguas fecales del ayuntamiento