Los más de 30 magnolios que desde hace unos días se están retirando, por parte de Brigadas Verdes, de la calle Jáudenes para su reubicación en otras zonas se están plantando ya en la carretera de acceso al parque de Santa Catalina. Tragsa se encarga del traslado desde la céntrica zona, como una de las tareas previas a la reforma que dará comienzo una vez concluya la actuación en Gran Vía.
De momento, la mitad de los árboles ya han sido trasladados a la zona donde ha comenzado su plantación. El responsable de Parques y Jardines, José Beltrán, confía en que se adapten a un terreno con elevada salinidad, pese a que “la aguantan muy bien”, aunque habrá que esperar un tiempo antes de conocer si se han adaptado a las extremas condiciones climatológicas de la zona. “Tendrán que acostumbrarse al clima, porque ahí no están resguardados del viento como ocurría en Jáudenes”.
No todos los magnolios se ubicarán a lo largo del vial que transcurre hacia Santa Catalina. Parte de ellos se plantarán en Los Rosales y en Loma Colmenar en una actuación que se alargará entre siete y diez días.
Simultáneamente, los operarios de Parques y Jardines continuarán repoblando el parque de Santa Catalina en el que, hasta ahora, no ha prosperado ningún tipo de especie, ya sea por las condiciones climatológicas o por las características del terreno que, según el informe emitido por Tragsatec a instancias de la Ciudad, es de pésima calidad y con un problema que radica en la escasez de tierra, además de tener un suelo degradado con bajo contenido en materia orgánica.
Los taludes se han cubierto con plantas tapizantes como hiedra, uñas de gato, romero o adelfa, una especie que ha despertado los temores de algunos ciudadanos dada la elevada toxicidad de esta planta que puede provocar náuseas, vómitos, vértigo, alteraciones nerviosas o arritmias, llegando incluso a la muerte de una mascota en caso de ingesta de sus hojas. Beltrán, sin embargo, resta importancia al asegurar que “son muy pocas y pequeñas” y que esta especie “ya se plantó con anterioridad en el parque de Santa Catalina”.
Las tareas de plantación continuarán en la zona más elevada del terreno, mientras que en una semana aproximadamente también se procederá al traslado de las cuatro washingtonias que, durante años, han permanecido en las inmediaciones de la calle Jáudenes y que ahora serán reubicadas a la entrada del parque de Santa Catalina.
Estando el Monte Hacho en la red Natura 2000, lo más adecuado sería plantar especies autóctonas y no introducir nuevas. Donde tocan, lo fastidian