Los representantes de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos -FPAV- volverán a reunirse el próximo miércoles con los mandos de las fuerzas de seguridad para abordar la problemática que en materia de delincuencia se genera en las calles.
Este es el segundo encuentro agenciado por el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, para hacer frente al repunte delincuencial registrado en las barriadas. Lo que quieren los vecinos es que se recupere la llamada policía de barrio. Una idea que si bien, como tal, no se pondrá en marcha sí que se podrá traducir en una mayor presencia policial de patrullas que “se pasen y pisen los barrios”, como han reclamado en cuantiosas ocasiones desde la FPAV.
De lo que se derive tras la cita del 15-D llegarán las oportunas intervenciones de la FPAV. Y es que, de momento, quieren dar ese ‘voto de confianza’ a la Delegación del Gobierno para que se organice la distribución de efectivos contándose con la implicación de la Policía Nacional y Local.
Sobre la mesa prevalece la necesaria actuación para frenar o al menos controlar la ola de delincuencia que se está produciendo en los últimos días. Los episodios más recientes se traducen en dos tiroteos, al menos conocidos. El primero en pleno Hadú, contra dos hermanos. La Policía ya ha identificado al presunto autor de los disparos que todavía no ha sido detenido ante la necesidad de obtener pruebas más allá de las testificales. El segundo en la calle Argentina, el pasado martes, cuando pasadas las siete de la tarde se efectuaron hasta cuatro disparos contra un turismo que estaba estacionado en la vía pública. Este último tiroteo ha suscitado mayor indignación vecinal si cabe debido a la hora en que se llevó a cabo y por el hecho de que en esos momentos había bastante presencia de vecinos en la zona.
El problema de la quema de coches
Si a la FPAV le preocupa la violencia que en mayor o menor grado puede registrarse en los barrios, también presta atención por la quema, cada vez más constante, de vehículos. Ya van más de 260 calcinados en este año a lo que se suma la gran cantidad de coches abandonados que hay en las distintas barriadas y que se cifra en unos 400. Algunos vehículos se queman precisamente por eso, porque están abandonados, otros porque se persigue la destrucción de pruebas. El hecho es que generan un foco de inseguridad grave.