Cuando todavía queda algún tiempo para que se pueda cerrar de manera definitiva la prisión de los Rosales, lo cierto es que parece que ya existe un destino definitivo para el solar que se quedará allí, una vez que el mismo pueda ser derribado. El propio delegado del Gobierno ha confesado que existe interés por construir allí un parque comercial.
Lo que se desconoce, desde luego, sería la fórmula que se utilizaría para la transmisión de estos terrenos que son propiedad de la Administración General del Estado a una empresa privada, aunque, por supuesto, la compra es el más probable.
Un parque comercial que no se limitaría únicamente a la construcción de una gran superficie y dentro del mismo edificio distintas tiendas que sirve de apoyo a las compras en una marca de supermercados. Por lo visto, la intención es que fuera de ese propio edificio también se levantaran otros inversionistas de distintas ramas comerciales.
De todas formas, estamos hablando de un proyecto que se podría considerar como mínimo a medio plazo, puesto que como se decidió ralentizar las obras del nuevo centro penitenciario y además que el mismo entrara en funcionamiento por fases, ante la imposibilidad real de poder cubrir la totalidad de plazas de funcionarios que harían falta para que la nueva cárcel estuviera al cien por cien de su capacidad desde el primer día, estamos hablando que antes de dos años será difícil que se pudiera derribar el centro penitenciario de los Rosales y comenzar las obras de ese parque comercial.
No hay que olvidar que la parte trasera de los terrenos de la actual cárcel colindan con la parcela que el SEPES tiene en la parte baja de Loma Colmenar y que en un proyecto inicial se quería convenir en una zona para la instalación de empresas y de pequeñas industrias de transformación.
Lo que se desconoce, desde luego, sería la fórmula que se utilizaría para la transmisión de estos terrenos que son propiedad de la Administración General del Estado a una empresa privada, aunque, por supuesto, la compra es el más probable.
Un parque comercial que no se limitaría únicamente a la construcción de una gran superficie y dentro del mismo edificio distintas tiendas que sirve de apoyo a las compras en una marca de supermercados. Por lo visto, la intención es que fuera de ese propio edificio también se levantaran otros inversionistas de distintas ramas comerciales.
De todas formas, estamos hablando de un proyecto que se podría considerar como mínimo a medio plazo, puesto que como se decidió ralentizar las obras del nuevo centro penitenciario y además que el mismo entrara en funcionamiento por fases, ante la imposibilidad real de poder cubrir la totalidad de plazas de funcionarios que harían falta para que la nueva cárcel estuviera al cien por cien de su capacidad desde el primer día, estamos hablando que antes de dos años será difícil que se pudiera derribar el centro penitenciario de los Rosales y comenzar las obras de ese parque comercial.
No hay que olvidar que la parte trasera de los terrenos de la actual cárcel colindan con la parcela que el SEPES tiene en la parte baja de Loma Colmenar y que en un proyecto inicial se quería convenir en una zona para la instalación de empresas y de pequeñas industrias de transformación.
Un parque que buscaría también la clientela marroquí
Por supuesto, que la construcción de un parque comercial en los terrenos de la actual prisión de Los Rosales tendría un efecto de destino hacia el consumidor de nuestra ciudad, pero también un nuevo atractivo para los potenciales clientes que llegarían desde el otro lado de la frontera, lo que supondría un nuevo atractivo para que sea mayor cada vez el destino de Ceuta como ciudad de compras y de servicios para estas personas.