Los subsaharianos que, desde el pasado 26 de agosto, se han manifestado ante las puertas de la Comisaría y de la Delegación del Gobierno serán juzgados hoy en el Juzgado de lo penal por una falta de desobediencia, derivada de la primera detención que los efectivos policiales realizaron sobre este colectivo. La excepción se produce sobre dos de los inmigrantes que deberán comparecer en los juzgados por un presunto delito de desobediencia y resistencia.
Quedaría pendiente de juzgar el posible delito de desobediencia, en este caso a la gran mayoría de los manifestantes, por las que fueron detenidos por segunda vez. De ser condenados por este delito, cuyo juicio tendrá lugar en la Audiencia Provincial el próximo día 14 de octubre, las penas oscilarían entre los seis y los doce meses de prisión.
No se juzgará, sin embargo, a los subsaharianos por su tercer detención, ya que la jueza dejó en libertad a los acusados.
La importancia de la vista que tendrá lugar esta mañana radica en el hecho de que, de la sentencia que se dicte, de no ser hoy, posiblemente en unos días, pondrá de manifiesto la aplicación de la resolución dictada por la Delegación del Gobierno por la cual se define la actuación que pueden tener los inmigrantes con sus protestas.
La resolución entró en vigor el pasado 6 de septiembre y, desde entonces, los subsaharianos han sido detenidos en tres ocasiones, dejando bien clara su intención de seguir manifestándose ante las puertas del edificio gubernamental.
Precisamente, el último altercado se produjo el pasado viernes, cuando un grupo de subsaharianos protagonizaron una revuelta en el CETI con amenazas y coacciones, siendo la más grave la sufrida por un vigilante del centro que fue acorralado por varios subsaharianos.
Antes, sobre las seis y media, en el Sardinero, los inmigrantes acorralaron a una chica bajándose los pantalones y realizando gestos obscenos ante ella.