Tras el verano pasado, Ceuta vivió uno de los momentos más críticos en cuanto a reservas de agua se refiere, dejando de nuevo en evidencia la dependencia de Ceuta en materia de aguas cuando el Gobierno decidió contratar un buque aljibe para que los ceutíes no se vieran afectados por continuos cortes de agua. La situación ha variado un año después y tras una intensa época de lluvias, en lo que llevamos de verano, se ha perdido un diez por ciento del total, ya que el mes de julio se inició con unos niveles del 86 % sobre el total de agua que pueden admitir las reservas de los dos embalses de la ciudad autónoma.
De los casi 2.300.000 metros cúbicos que pueden albergar los dos embalses juntos el dato de ayer resta apenas 500.000 del total. Ceuta tiene suficientes reservas de agua, quizá uno de los años que más tiene en los últimos tiempos.
En concreto, en El Renegado se acumulan 1.081.453 metros cúbicos, mientras que en el Pantano del Infierno hay a día de ayer 640.740 metros cúbicos. Las reservas, por el momento, están cubiertas una buena temporada, pero sigue siendo necesaria la contención entre la población bajo el lema ‘Ahorra Agua’ que desde la Consejería de Medio Ambiente se ha esforzado en llevar a cabo”.
El consumo de agua actual se ha incrementado desde que comenzó el verano y aproximadamente los ceutíes gastan unos 40.000 metros cúbicos a la semana para el suministro debido también al descenso de la aportación de los manantiales de Beliones. Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir han señalado que estos datos se sitúan en el consumo habitual de la época estival y que son muy buenos datos.
Mejores vías para ir a los pantanos
El Consejo de Ministros aprobó hace más de dos meses unas obras de emergencia para reparar los daños producidos durante las lluvias de marzo en las presas del Renegado y el Infierno y en las instalaciones de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, en la ciudad de Melilla por 1,5 millones de euros. De esa partida, 1,1 millones corresponden a la inversión de Ceuta y con el dinero se deberán acometer varias obras derivadas de los desperfectos provocados por las lluvias en los caminos que circunvalan los embalses y en la propia carretera de acceso a la presa del Renegado como desprendimientos de trozos del asfaltado y la caída de un muro de contención que protege el azud del Infierno. Seo solicitó que las obras se realizaran en septiembre para no provocar daños en el entorno de las aves que habitan el azud de la zona del Infierno. Las obras en concreto se refieren a las carreteras de acceso a los pantanos de la ciudad autónoma.