El factor que, a criterio de los profesionales de la Enfermería, más interfiere en su quehacer diario es la burocracia, es decir, el trabajo de recopilar los datos y actualizar los historiales de cada uno de los pacientes. Según los datos del estudio de FUDEN un 92,38 por ciento de los profesionales que trabajan en Atención Especializada (hospitales y centros de especialidades) consideran que la burocracia existente es excesiva.
La representante de la Fundación en Ceuta, Elisabeth Muñoz, asegura que “no decimos que la labor de evolucionar los historiales sea innecesaria o inútil, al contrario, lo que ocurre es que nos roba demasiado tiempo a la hora de atender a los pacientes”. En este sentido, Muñoz ha explicado que “las enfermeras iniciamos diariamente nuestra jornada laboral veinte minutos antes de nuestra hora de entrada para que los compañeros te den la guardia, es decir, que te informen de lo que ha ocurrido durante el turno anterior, y la situación del servicio”. Seguidamente “nos ponemos a hacer nuestra labor de enfermeras haciendo curas, administrando medicamentos y atendiendo a los pacientes. Y de todas estas actuaciones tenemos que dejar constancia en sus historiales, y en muchas ocasiones tenemos que hacerlo por duplicado o triplicado. Es imposible que nos de tiempo durante la jornada laboral a hacer todo. Tenemos que priorizar”.
Una realidad que dificulta la labor de los enfermeros. Según el estudio de FUDEN la falta de tiempo para poder desempeñar su trabajo es otro de los principales problemas que denuncian los profesionales de Enfermería. Así, un 71,26 por ciento de los profesionales de Especializada afirman que tienen que delegar tareas a otros colectivos por la escasez de tiempo, y un 70,97 por ciento tiene que dejar parte de su labor para el turno siguiente.
Lo peor de esta situación, según Elisabeth Muñoz, lo sufren los pacientes porque “aunque priorices, si quieres terminar todos tus cometidos durante tu jornada te ves obligado a delegar actividades. Cada día nos vemos obligados a tener que decidir si te sientas delante del ordenador, o atiendes a los enfermos. Ambas son nuestras funciones, pero no nos da tiempo”.
La solución que se propone para aliviar esta carga de trabajo, y desajuste del mismo, es aumentar la plantilla. Un 78,3 por ciento de los profesionales que trabajan en Especializada creen que la solución a los problemas de su servicio es el aumento del personal. Una conclusión que comparte Elisabeth Muñoz: “insisto en que la labor de evolucionar los historiales no la estamos rechazando, lo que ocurre es que debido a la escasez de las plantillas se convierte en un sobrecargo de nuestro trabajo. Si se contratará a más enfermeros, el trabajo quedaría repartido entre más personas y nadie se tendría que ver afectado”.
Antes los pacientes que las nóminas
Los profesionales de la Enfermería de los servicios de Atención Especializada han reconocido a la FUDEN que en lo que respecta a la atención a los ciudadanos sitúan en primer lugar entre sus prioridades la relación con los pacientes, y la anteponen a su propio desarrollo profesional y retribuciones económicas. En concreto, el 93% de los encuestados conceden mucha importancia a su relación con los pacientes, y de ellos un 70 por ciento le dan un 10 (máxima prioridad), mientras que sólo un 5 por ciento no lo hace. Por otro lado, los enfermeros también exigen el desarrollo de las especializadas, aún pendiente.