La munición biodegradable no era un ‘bluf’. “En Ceuta no se supo entender y quien sí lo hizo quería quedarse con todo el proyecto”, lamenta Enrique López-Pozas, que durante el último trimestre de 2016 presentó ‘Bioammo’ en los despachos de la Delegación del Gobierno, el Ejecutivo local, Procesa, etcétera.
El empresario, ligado a la ciudad por vínculos familiares (aquí descansan sus abuelos) y afectivos, veía potencial de sobra a Ceuta para su empresa de fabricación de ‘balas verdes’: las ventajas fiscales locales en materia de cotizaciones a la Seguridad Social o Impuesto de Sociedades, disponer de un puerto desde el que dar salida a su producción hacia “todo el mundo”...
Por aquel entonces, para completar una inversión de 6 millones de euros, López-Pozas buscaba socios que, sin exigir hacerse con la mayoría del negocio, completasen el apoyo financiero que ya tenía asegurado con Bankia.
La fábrica arrancará con 50 empleos directos que se prevé triplicar en un año
En Castilla y León, la Junta puso un millón de euros que ha facilitado el arraigo de la empresa en Santa María La Real de Nieva, un pueblo a unos 20 kilómetros de la capital segoviana. La oposición en bloque apostó por impulsar la declaración del proyecto como empresa de interés estratégico para la región y, así poder apoyarlo con fondos públicos.
“Al final conseguí que un grupo numeroso de personas ligadas al mundo de la caza, para el que comenzaremos la fabricación de munición biodegradable, y al de la banca y la evaluación de proyectos empresariales completase la inversión propia mínima necesaria: ya hemos comprado las máquinas y la fabricación arrancará a final de año con 50 puestos de trabajo directos que, en doce meses, deben multiplicarse por tres”, augura López-Pozas, que este verano ha sido distinguido con la Real Orden del Mérito Civil por su labor científica.
“En paralelo” a ‘Bioammo’, el empresario trabaja también con el Instituto Tecnológico Militar (ITM) de Defensa en el desarrollo de munición ecológica sustituyendo el polímero (plástico) procedente del petróleo por otro de origen vegetal.
Todos sabemos quién es el culpable, todos aquellos que votan a un impresentable como j. Vivas
En esta triste ciudad estamos acostumbrados a unos políticos mediocres sni iniciativas ni proyectos de futuro, solo saben derrochar el dinero del plan de empleo y tener a sus súbditos babeando para que les toque la manita de un trabajo corto y sin futuro.
Se gastan millones en planes de turismo que no trae a nadie y millones en obras que pueden costar la mitad y no son capaces de prestar apoyo a un empresario ceutí...claro debía de ser catalán o madrileño o de cualquier otro sitio.....que pena de mi ciudad.