Los cuatro camioneros marroquíes desaparecidos desde el pasado sábado en una carretera entre el noreste de Burkina Faso y el oeste de Níger fueron encontrados este lunes y se dirigen a la embajada de Marruecos en Níger.
Las gestiones realizadas por la diplomacia del país vecino, en colaboración con los profesionales del sector del transporte, han permitido localizar a los cuatro conductores del reino alauita, acompañados de otros dos de nacionalidad burkinesa y togolesa.
Según ha informado el medio de comunicación marroquí Rue20, actualmente se están llevando a cabo negociaciones entre el representante de la Unión Africana de Organizaciones de Transporte y Logística (UAOTL) y grupos terroristas para la liberación de los vehículos implicados en este suceso.
Asimismo, han comentado que los conductores se encuentran en buen estado de salud, aunque no se ha recibido información sobre sus camiones de transporte internacional.
Mustapha Chaoune, presidente de la UAOTL, ha confirmado que los conductores marroquíes fueron encontrados, pero sus camiones siguen desaparecidos. La misma fuente ha destacado que este hallazgo es fruto de los esfuerzos de la diplomacia marroquí en estos países, precisando que la coordinación entre las embajadas marroquíes y la UAOTL ha permitido localizar a los desaparecidos.
El suceso
El pasado sábado desaparecieron cuatro camioneros que viajaban en tres camiones procedentes de la ciudad marroquí de Casablanca transportando una carga de farolas, en el noroeste de Burkina Faso.
Esta región de Burkina Faso es conocida por la intensa actividad de organizaciones yihadistas armadas, especialmente la filial local del Estado Islámico (EI), que lleva a cabo ataques mortales contra civiles y fuerzas gubernamentales.
Además del aumento de los ataques yihadistas, la región del Sahel ha experimentado recientemente un incremento en los secuestros que tienen como objetivo a líderes religiosos y tribales locales, así como a ciudadanos extranjeros.
Recientemente se confirmó el secuestro de un ciudadano español en el sur de Argelia y de una ciudadana austriaca en Níger que siguen en paradero desconocido, sin que ningún grupo reivindique la autoría.