Cuestionamiento de las instituciones, violentar la Constitución, intentar amedrentar al país, etc, y todo alimentado por el odio y la mentira de más de cuatro años de veneno político esparcido deliberadamente en forma de desinformación y manipulación. La política pervertida con unos claros objetivos, crear desconfianza en el sistema y enfrentar al pueblo poniendo a unas contra otras.
Tipo con cuernos como protagonista, gente llevándose el atril de la cámara de representantes, la degradación de la democracia, la muchedumbre tomando al asalto el congreso, banderas supremacistas totalitarias campando a sus anchas por las “alfombras” de la democracia.
Nadie se puede quedar impasible ante lo ocurrido este seis de enero de 2021 propiciado por el auténtico rey del populismo de ultraderecha del planeta. El ídolo de la ultraderecha europea y de la española en particular.
Lo expuesto hasta ahora nos suena por desgracia a los españoles pues la derecha y ultraderecha de nuestro país lo han intentado con ahínco aquí, durante la pandemia. La ultraderecha seguirá a lo suyo a pesar de lo visto en EEUU este día de Reyes. Pero no nos equivoquemos, la ultraderecha española no solo es Vox, está en gran parte del PP.
Trump no ha parado de hablar de “robo de votos”, en nuestro país los trumpistas, que pronto renegarán de él, PPVox, desde el primer segundo tacharon de “ilegítimo” al Gobierno de España. No parece haber mucha diferencia sencillamente porque no la hay.
Casado en un tweet, en referencia a este asalto, indica que la “democracia no puede ser coaccionada”. La norteamericana no, pero la española sí, pues es lo que él viene haciendo desde incluso antes de que comenzará a andar esta legislatura.
Por su parte la “otra pata del banco” de la ultraderecha, Abascal, twittea: “Quizá lo que les molesta a los comunistas y socialistas es que en otros países las izquierdas hayan perdido el monopolio de la violencia” pareciendo que siente melancolía por no poder ejercer la violencia que sus valores propagaron desde el 36 por nuestro país, a la par que utiliza el estilo goebbeliano para denigrar a los movimientos progresistas. No contento con esta declaración de intenciones tan trumpista continúa con la manipulación y uso del discurso torticero haciéndose la víctima diciendo que sufren la violencia a diario “instigada desde el gobierno y sus satélites”. Sería una auténtica mamarrachada si no fuese porque hay gente que se cree este discurso dirigido y con direccionalidad del populismo de ultraderecha. La finalidad no es más que lo expuesto en el primer párrafo tras la pregunta con la que comienzo este artículo.
Creo que lo acertado para que la democracia norteamericana recupere algo de la dignidad perdida es que se aplique la vigesimoquinta enmienda de su Constitución lo antes posible. Es decir, destituir a Donald Trump. Se corre el riesgo de convertirlo en un mártir ante su congregación, pero el mensaje para el resto del mundo sería nítido y contundente. EEUU acaba de perder gran parte de su imagen internacional lograda durante décadas y arrebatada en una legislatura por el equivalente al populismo ultraderechista en el viejo continente.
En cuanto a quienes utilizan una equidistancia moral en lo referente a los populismos en España solo me resta decirles que hasta ahora los únicos que han demostrado ser capaces de realizar un genocidio contra su propio pueblo, tan solo por pensar diferente, han sido los populistas de ultraderecha amigos de los nazis que instauraron y han mantenido incluso hasta bien entrada la democracia una “dictadura bajo palio”.
La depravación del lenguaje junto a la equidistancia en los términos referidos a crueldades y defensa de valores totalitarios son instrumentos utilizados ampliamente por la ultraderecha. “Un grupo de radicales intenta alterar el orden constitucional y democrático por la fuerza. Cuánto daño hace y qué peligroso es el populismo”, ha escrito Inés Arrimadas en su cuenta de Twitter. Con lo que la fotografía de Colón no está tan alejada de la señora Arrimadas que se convierte en la “tercera pata” del banco de la ultraderecha. Eso sí, una de quita y pon dependiendo de si tenemos elecciones catalanas a la vista y se me van los candidatos a otros partidos “echando pestes” de mi gestión. Porque en este caso son populistas de ultraderecha señora Arrimadas, es el equivalente con matices a la ultraderecha europea la que ha tomado al asalto el Capitolio de Washington DC.
Los Reyes Magos de Oriente, de Oriente no lo olvidemos, nos han traído el mayor de los regalos a todos los demócratas, escenificar en vivo y en directo lo que le puede ocurrir a la Democracia cuando en lugar de defenderse contra los pirómanos de ultraderecha se les deja la gasolina y las cerillas.
Y a nosotros los españoles la posibilidad de reflexionar sobre lo acontecido. Ya que en este país se lleva intentando provocar lo mismo o algo parecido desde las pasadas elecciones por parte de los trasnochados adoradores de las dictaduras, pero solo de aquellas que puedan dirigir ellos.
Vuelvo a creer en los Reyes Magos, éstos traen regalos y no hacen discursos de navidad vacíos.