¿Qué es el tendón de Aquiles y por qué es tan importante?
El tendón de Aquiles es el tendón más fuerte y grueso del cuerpo humano. Se localiza en la parte posterior del tobillo y conecta los músculos de la pantorrilla (gastrocnemio y sóleo) con el hueso del talón (calcáneo). Este tendón es vital para realizar movimientos como caminar, correr, saltar o incluso subir escaleras. Su función es fundamental para la propulsión del pie, permitiendo que el pie se eleve al caminar o al correr. Debido a su constante uso y a la tensión a la que está sometido, es una zona propensa a sufrir lesiones, especialmente en personas que practican deporte o realizan esfuerzos repetitivos.
Las patologías más comunes del tendón de Aquiles
El tendón de Aquiles puede verse afectado por diferentes tipos de patologías, que van desde una simple inflamación hasta una lesión crónica. Las más comunes son:
- Tendinitis Aquilea: La tendinitis es la inflamación del tendón, que generalmente ocurre como resultado de una sobrecarga, un aumento de la actividad física o un mal movimiento. Suele provocar dolor, calor e hinchazón en la zona del tobillo, especialmente tras realizar actividades que impliquen esfuerzo como correr o saltar.
- Tendinosis: En este caso, el tendón no está inflamado, sino que las fibras tendinosas se han degenerado debido a la repetición de microlesiones a lo largo del tiempo. La tendinosis es más común en lesiones crónicas que no han sido tratadas adecuadamente, lo que lleva a una pérdida de la elasticidad y la fuerza del tendón.
- Entesitis: Es la inflamación en la inserción del tendón en el calcáneo. Suele estar asociada a enfermedades inflamatorias sistémicas como la espondiloartritis, aunque también puede presentarse por sobrecarga mecánica. Se manifiesta con dolor en la inserción del tendón, rigidez matutina y, en algunos casos, inflamación visible en la parte posterior del talón.
- Rotura del tendón de Aquiles: Una rotura o desgarro del tendón es una lesión grave que puede ocurrir de forma repentina, especialmente durante actividades que impliquen un esfuerzo brusco o un salto. Esta lesión requiere atención inmediata y, en muchos casos, cirugía para repararlo.
Estadísticas sobre las lesiones del tendón de Aquiles
Las lesiones del tendón de Aquiles son bastante comunes, especialmente entre personas activas. Aquí tienes algunas estadísticas clave:
- El 11% de todas las lesiones deportivas están relacionadas con el tendón de Aquiles.
- En la población general, se estima que hasta el 2% de las personas experimentarán algún tipo de problema en el tendón de Aquiles en su vida.
- En deportistas, las lesiones del tendón de Aquiles son especialmente comunes. Aproximadamente el 30% de los corredores sufrirán alguna lesión en esta zona, ya sea tendinitis o tendinosis.
- La rotura del tendón de Aquiles representa el 7% de todas las lesiones en deportes como el fútbol o el baloncesto.
- En personas mayores de 30 años, especialmente los hombres, el riesgo de desarrollar tendinitis o tendinosis aumenta, y las lesiones crónicas pueden afectar hasta al 30% de quienes no reciben tratamiento adecuado.
Cómo te ayudamos en IronFisio con nuestra tecnología avanzada
En IronFisio, estamos habituados al tratamiento de lesiones tendinosas, y sabemos lo importante que es tratar estas patologías de manera temprana y efectiva para evitar que se conviertan en problemas crónicos.
Con nuestra tecnología de última generación, ofrecemos soluciones innovadoras para recuperar tu bienestar de forma rápida y segura.
- Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI) ecoguiada: Este tratamiento utiliza impulsos eléctricos para aplicar un tipo de corriente que estimula la regeneración de las fibras tendinosas dañadas. Guiado por ecografía de alta resolución, podemos tratar la lesión directamente en el área afectada, acelerando la curación y reduciendo el dolor.
- Neuromodulación: Este tratamiento, guiado igualmente por ecografía, consiste en la estimulación eléctrica controlada de nervios periféricos o músculos, con el objetivo de reducir el dolor, mejorar el control motor y optimizar la recuperación funcional. La neuromodulación permite un enfoque personalizado que acelera el proceso de rehabilitación, especialmente en casos de tendinopatías crónicas o cuando existen alteraciones neuromusculares asociadas a la lesión.
- Radiofrecuencia Indiba®: Mediante el uso de radiofrecuencia Indiba, se aceleran los procesos de regeneración celular en el tendón. Este tratamiento mejora la elasticidad del tendón, alivia la inflamación y favorece una recuperación más rápida y menos dolorosa.
En IronFisio nuestro principal objetivo es:
- Recuperación rápida: Gracias a nuestros tratamientos avanzados, tus tiempos de recuperación serán más cortos y efectivos.
- Tratamientos personalizados: Nos adaptamos a tu caso, con técnicas y ejercicios dirigidos específicamente a tu patología y tu nivel de actividad.
- Prevención de lesiones: Nuestros fisioterapeutas te ayudamos a fortalecer el tendón y mejorar la movilidad para evitar futuras lesiones.
- Recuperación sin cirugía: En muchos casos, puedes evitar pasar por una intervención quirúrgica, optando por terapias menos invasivas, pero altamente efectivas.
Vanessa Cantón: nutricionista y dietista en IronFisio
La nutrición juega un papel fundamental en la recuperación de lesiones, especialmente cuando se trata de tendones como el de Aquiles, que requieren un proceso regenerativo y de fortalecimiento. Desde IronFisio, bajo la asesoría de nuestra nutricionista, Vanessa Cantón, ofrecemos algunos consejos clave para optimizar tu recuperación a través de la dieta:
- Aumentar el consumo de proteínas de alta calidad: Las proteínas son esenciales para reparar los tejidos dañados. Incluir fuentes ricas en proteínas como carnes magras, pescado, huevos, legumbres y productos lácteos bajos en grasa contribuirá a la regeneración del tendón. Además, las proteínas también ayudan a mejorar la elasticidad y la fuerza muscular que rodean al tendón de Aquiles.
- Incluir ácidos grasos omega-3: Estos ácidos grasos tienen propiedades antiinflamatorias que pueden aliviar la hinchazón y el dolor en el área afectada. Fuentes como el pescado azul (salmón, atún, sardinas), semillas de chía, lino y nueces no solo son deliciosas, sino que también aceleran la recuperación.
- Vitamina C para la síntesis de colágeno: El colágeno es la base estructural del tendón, y para producirlo, el cuerpo necesita vitamina C. Incluir alimentos como naranjas, kiwi, fresas, pimientos y brócoli puede mejorar la regeneración del tendón y fortalecer las fibras tendinosas, ayudando en la recuperación de la lesión.
- Vitamina D y calcio para mantener la salud ósea: La vitamina D no solo es importante para la absorción de calcio y la salud ósea, sino también para la función tendinosa y muscular. Asegúrate de incluir en tu dieta alimentos ricos en vitamina D como el pescado graso, los huevos y productos lácteos fortificados. Además, alimentos ricos en calcio como los lácteos, almendras y vegetales de hoja verde son esenciales para mantener tus huesos fuertes y facilitar la curación del tendón. Además de la alimentación, la exposición al sol es una de las mejores formas de obtener la vitamina D, ya que los rayos solares estimulan su síntesis en la piel.
- Magnesio para la relajación muscular: El magnesio es crucial para el funcionamiento adecuado de los músculos y la prevención de calambres. Alimentos como almendras, aguacates, plátanos y espinacas son ricos en magnesio y pueden ayudarte a mantener los músculos alrededor del tendón relajados, lo que favorece una recuperación más eficiente.
- Incorporar colágeno y gelatina: La suplementación con colágeno hidrolizado o la ingesta de gelatina natural puede ser un aliado en la regeneración del tendón de Aquiles. El colágeno ayuda a fortalecer la estructura tendinosa y a mejorar su elasticidad, lo que facilita la rehabilitación.
- Mantener una adecuada hidratación: El agua es fundamental para mantener la elasticidad de los tejidos y para el transporte de nutrientes hacia el tendón lesionado. Mantente bien hidratado durante el proceso de recuperación para acelerar la regeneración y reducir el riesgo de futuras lesiones.
- Evitar alimentos inflamatorios: El exceso de azúcares, grasas saturadas y alimentos ultraprocesados puede generar inflamación crónica, lo que ralentiza la recuperación de cualquier lesión. Con una dieta rica en alimentos frescos, naturales y antiinflamatorios, como frutas, verduras y proteínas magras, mejorarás significativamente la salud de tus tendones.
Tendón de aquiles
Siguiendo estos consejos, y con el acompañamiento de nuestras terapias avanzadas en IronFisio, potenciarás tu proceso de recuperación y volverás a estar en forma en el menor tiempo posible. Si tienes dudas sobre cómo adaptar estos consejos a tu dieta diaria, nuestra nutricionista, Vanessa Cantón, estará encantada de ayudarte a crear un plan nutricional personalizado para tu recuperación
Si sufres dolor en el tendón de Aquiles o no has podido recuperarte completamente de una lesión, estamos aquí para ayudarte.
Estamos en calle Fernández 2 bajo derecha y en el teléfono 620 879 907.
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