El acuartelamiento de García Aldave, en Ceuta, ha acogido este jueves una parada militar con motivo del día de la Inmaculada, Patrona de Infantería, del Cuerpo Jurídico y de los capellanes castrenses.
Al acto han asistido las principales autoridades civiles y militares, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, el comandante general, Marcos Llago Navarro, y el delegado del Gobierno, Rafael García. La lluvia ha respetado la celebración de este acto tan relevante para legionarios y regulares.
La formación conjunta entre las unidades de Infantería ha dado pie a momentos emotivos como la despedida de la bandera y los reconocimientos. En el caso del teniente coronel Eugenio Rojas España se ha despedido de la bandera del Tercio Duque de Alba. Pasa a la reserva por edad.
Las condecoraciones han sido impuestas a varios miembros de Regulares y Legionarios. Así la cruz al mérito militar con distintivo blanco ha sido para los cabos regulares Antonio Jesús Cortes Alconchel y Lorenzo Medinilla Pacheco; para el cabo legionario primero, Samuel Moreno Fraidiaz; para el regular Julio Abel Bustos Izquierdo; para el cabo legionario, Rafael Jesús Álvarez González y para el regular Julián Martínez Calderón.
También han sido condecorados el regular Francisco García Barreiro; el cabo legionario Fernando Menacho Bernal; a la dama legionaria Miriam Torres Baena; y al cabo legionario Fernando Fernández Gallardo.
El discurso ha sido ofrecido por el general segundo jefe de la Comgeceu, Fernando Rocha y Castilla, quien no ha olvidado al cabo regular Dris Amar y a la dama legionaria Nayra Solero, a los que se ha tenido presente durante el acto y especialmente en el homenaje a los caídos.
Reseñas históricas en el discurso del segundo jefe
Se ha recordado cómo un día como hoy, pero hace 437 años, los infantes españoles pertenecientes al Tercio del Maestre de Campo Bobadilla afrontaban el duro reto de romper el cerco enemigo que sufrían en la isla de Bommel. Una parte de la historia conocida que se rememora cada aniversario de Infantería.
“Negándose a aceptar la derrota, actuando con iniciativa y determinación, imponiéndose a la adversidad, con fe firme en la victoria, cumplieron su deber y bajo el amparo de sus banderas y acogidos a la protección de la Inmaculada, cuya imagen apareció en forma de tabla en las trincheras, atacaron a los holandeses y los derrotaron”.
Rocha y Castilla ha recordado a legionarios y regulares cómo son los herederos de esa Infantería, que “por saber morir sabe vencer”. Ha recalcado la “extrema vanguardia” de los infantes entre los que “siempre ha existido una especial vinculación”.
“Ahora los tiempos son distintos y otras son las amenazas y retos a los que nos enfrentamos. Pero lo que no ha variado en estos años han sido los valores y permitirme que me fije en tres que considero fundamentales: disciplina, lealtad y ejemplaridad”, ha remarcado.
Los valores de la disciplina, lealtad y ejemplaridad
“Disciplina nunca bien definida ni comprendida, disciplina tenemos que mantener a pesar de que no estemos de acuerdo con la orden que se nos da, aunque pensemos que nuestro jefe se ha equivocado y creamos que se debería hacer de otra manera. Ahí está su verdadero valor, cuando la mente nos aconseja lo contrario de lo que se nos manda y acatamos la orden”.
“Lealtad bien entendida, de abajo a arriba pero también de arriba abajo. Lealtad a tus jefes, pero también lealtad a tus subordinados. Intentando ser siempre justos y dar a cada uno lo que le corresponde o lo que le toque en ese momento sin dejarnos llevar por falsos amiguismos, el cariño hacia una persona o Unidad o a una determinada forma de ser de un subordinado”.
“Aquí los cuadros de mando y en esto me refiero desde el cabo más moderno hasta el general más antiguo deben intentar que la justicia impere en sus decisiones como dicen las ordenanzas que no haya esperar nada del favor ni temer de la arbitrariedad”, ha completado Rocha, con unas valoraciones que guardan muchas claves para quien sepa interpretarlas.
De la ejemplaridad también ha hablado el segundo jefe, dirigiéndose a los infantes a los que les ha recordado las “exigencias de la vida diaria” en la que “la dureza, abnegación y sacrificio son el pan nuestro de cada día”. “Sería muy difícil que todo esto siguiera adelante sin el ejemplo de vuestros jefes, vuestros cuadros de mando, aquí no hay ningún secreto y os exhorto a seguir en la misma línea”.
En la alocución se ha alentado a estar siempre preparados y ha reseñado cómo en 2023 muchos de los infantes se desplegarán en Irak. “Sepamos mantener cada uno con orgullo el tarbuch, el chapiri, la boina o el chambergo que portamos sabiendo que aquí somos todos un equipo y luchamos por un mismo ideal que es España”.