Desde el gobierno de la ciudad no se van a andar con chiquitas. “Va a haber un mayor control sancionador porque es inaceptable que se atente contra el medio ambiente y en eso seremos cada vez más contundentes”. La consejera del área, Yolanda Bel, explica así el trabajo conjunto entre la consejería, la Policía Local y el Seprona para intervenir contra los que decidan arrojar residuos a zonas que no se han habilitado para ello.
Como ejemplo, la última sanción a una empresa ceutí, y que alcanza los 100.000 euros por arrojar residuos al monte. “La máxima llega a los 300.000 y la mínima a los 150”, apuntó. “El ciudadano debe saber que arrojar un ordenador, por ejemplo a un lugar no habilitado como el punto limpio, puede suponerle una multa de 600 euros y somos tajantes en aplicar las sanciones”, recalca la consejera.
En este sentido, Bel es muy clara: existe una planta para la eliminación de residuos y no quedarán impunes los que decidan arrojarlos creando vertederos por las zonas verdes de la ciudad “por ahorrarse los 30 euros que puede costar el traslado a la planta hay muchas vespas y camionetas o particulares que hacen las cosas mal”.
Bel asegura que desde la consejería de Medio Ambiente “no nos tiembla el pulso a la hora de sancionar” y que la aplicación de la Ley de Residuos es tajante gracias también a que las fuerzas de seguridad han reforzado la vigilancia.