Este verano han sido cinco los extranjeros indocumentados que han aparecido en las playas y de los que se sospecha que han sido traídos por embarcaciones rápidas.
La aparición repentina y sospechosa de un inmigrante pakistaní el pasado miércoles en la playa del Tarajal ha confirmado la utilización de una técnica de transporte de inmigrantes que ya se usaba en los años 2004 y 2005 y que consistía en traerlos desde Marruecos en unas embarcaciones rápidas, de tipo ‘moto de agua’. Como ya adelantara ‘El Faro’ a comienzos de mes, las mafias están volviendo a utilizar esta metodología aprovechando las ventajas que otorga el verano y lo difícil que resulta distinguir las embarcaciones de recreo que otras similares que se dedican al tráfico de extranjeros indocumentados.
El primero de los casos que tuvo lugar este año sucedió en la playa del Sarchal. Allí aparecieron tres personas -un hombre, una mujer y un menor- que fueron atendidos por la Guardia Civil y que no explicaron cómo habían llegado hasta allí. Evidentemente no podía ser a nado, aunque la Benemérita no podía confirmar que hubieran llegado de otra forma. El segundo de los casos sucedió en Calamocarro el pasado marte. En esta ocasión fue un subsahariano el que apareció misteriosamente en esta playa. Una vez más la Guardia Civil le atendió. El último de los sucesos de este tipo que ocurrido en el presente verano ocurrió el miércoles, aunque esta vez fue en la playa del Tarajal donde los efectivos de Salvamento encontraron a un inmigrante. Ésta es la única ocasión en que se sabe que un individuo en moto de agua transportó al extranjero hasta la playa, regresando a toda velocidad tras el desembarco.
Las mafias suelen contar con la ayuda de terceros en las playas para advertir sobre la presencia de la Guardia Civil, echarles tierra y proporcionar ropa seca a los recién llegados con la intención de que no se note que han venido a través del mar.