No pueden entrar, ni ahora ni después. El veto impuesto desde Rabat a los visados para nuevas contrataciones de transfronterizos, al rechazar ahora el que se estaba dispensando hasta la fecha por aludir a Ceuta, empieza a generar un movimiento crítico en busca de soluciones.
Las atrapadas (porque en gran número las afectadas son mujeres) buscan una salida. Pero no solo tienen ellas o ellos el problema. Quienes disponen de un contrato en vigor y cruzan a Ceuta de manera habitual temen que, si pierden los papeles o sufren algún robo, no podrán volver a rehacer esos trámites.
Visado de Ceuta, visado rechazado. Esa es la premisa. ¿Por qué? No hay versión oficial, pero de trasfondo algunos relacionan esta orden con los escándalos y las operaciones policiales realizadas sobre falsificaciones de contratos a marroquíes tanto en España como en el vecino país.
Otros van más allá y consideran que existe una explicación más asociada a esas relaciones de trasfondo siempre inestables entre ambos países. Relaciones que sufrieron una quiebra clara con el repunte en las entradas de inmigrantes o con la no aceptación de devoluciones por frontera.
El abanico de afectados es más amplio
La situación no solo afecta a la posible contratación que, basada en la confianza, se quiere hacer de personas de Marruecos. También afecta a esa incertidumbre que ahora pesa sobre quienes pueden perder documentos y no se les autorice esa renovación.
En una frontera puede suceder de todo y precisamente eso es lo que genera temor entre los que hoy pueden pasar y mañana no.
Ya empieza a haber un movimiento en redes sociales que quiere servir de altavoz a las atrapadas, quiere dar visibilidad a estas situaciones para forzar a las autoridades marroquíes a un cambio, a dar marcha atrás a esta decisión.
Las afectadas se suman a las que, teniendo contrato en fábricas y siendo antiguas porteadoras y trabajadoras transfronterizas, hoy se han quedado en la calle.
Sea quien sea de los dos países el que ha impuesto el visado a los que ya tenía Ceuta regularizado es totalmente desconcertante y de poca humanidad que los dos países no han querido preocuparse por la situación de las empleadas de hogar que consta en las oficinas de extranjeros para que con unos pases o autorizaciones puedan trabajar a media jornada en ceuta saliendo las listas autorizadas hacia Rabat y tener en cuenta que no son delincuentes ni contrabandistas ni nada parecido a la inmigración tóxica.
Deberían tener en cuenta estas mujeres que ya fueron empleadas en Ceuta.
Me parece perfecto lo visado. Hay países a los que los españoles queremos ir de turistas o a trabajar y exigen visado. 🤷♂️
El visado lo exije España, no Marruecos a sus ciudadanos, mas, por el interes propio.