Apenas existen templos dedicados exclusivamente a la adoración de Lakshmi. Por lo general se la adora como esposa de Vishnu ya sea en el mismo altar o en otro lugar del templo. Sus devotos la adoran en los hogares y la mayoría de los hindúes tienen una foto suya en los altares de sus casas o negocios. Durante el Diwali se realizan ofrendas de frutas y dulces a Lakshmi para propiciar su llegada a los hogares y tiendas.
Uno de los nombres de Lakshmi es Chanchala, que significa, «inestable», «inquieta». Mucha gente adora a Lakshmi para obtener riqueza material, pero si no la adoran junto a Vishnu, su Señor, sus bendiciones serán muy temporales y se marchará a otro lugar llevándose consigo toda la riqueza. Durante esta fiesta se suelen sumergir en leche las imágenes de Lakshmi durante tres días, recordando el pasatiempo narrado en el Srimad Bhagavatam cuando los semidioses y demonios batieron el ocena de leche para conseguir el Amrita (néctar de la inmortalidad) y de ese océano surgió Lakshmi, la Diosa de la Fortuna y el Señor Vishnu la acepto como su consorte.
Lakshmi además de ser la diosa de la fortuna y el amor, es la protectora y el ejemplo a seguir de la mujer hindú.