Protección Civil está llevando a cabo una labor impagable con motivo de la pandemia. Siempre han estado ahí, trabajando de manera voluntaria y colaborando en todo lo que se les pida, pero con motivo de la pandemia su papel ha sido clave. Lo ha sido y lo sigue siendo. Una de las misiones encomendadas es recorrerse toda Ceuta recordando a las personas lo que deben hacer: ponerse la mascarilla. Sí, parece increíble que haya que recordar esto, pero son muchos, demasiados, los insensatos que siguen incumpliendo una de las reglas básicas para evitar contagios. Estos voluntarios, hombres y mujeres, quitan tiempo de donde casi no lo tienen para hacer una labor loable, digna y altruista que merece ser destacada y valorada. Ellos son personas que ven satisfecha su acción social de esta manera, personas que teniendo su familia buscan colaborar en todo lo que puedan. En esta pandemia su papel ha sido digno de ser recalcado, apreciado y dignificado. Callados pero siempre en primera línea, tenemos mucho que agradecerles a todos ellos porque, sencillamente, siempre han estado ahí para todo lo requerido: desde dar información, hasta llevar la ilusión por los barrios o colaborar con las autoridades y fuerzas de seguridad en lo requerido en este periodo tan delicado.