La comunidad de Sidi Embarek ha pedido públicamente la unidad de los musulmanes ante el rezo colectivo que tendrá lugar con motivo de la finalización del mes sagrado de Ramadán, previsto para el 9 ó 10 de septiembre. Que quienes quieran participar en el Musal-la lo hagan unidos, sin provocar la celebración de dos rezos -algo nunca visto en otro país- y sin marcar una brecha peligrosa que se vuelve en contra del colectivo musulmán. El mensaje al menos debe provocar una reflexión entre quienes lideran las distintas asociaciones y entidades y son participes de lo que debe ser la unidad de los musulmanes. En esto hay que ser claros, sin dejar que sean otras fuerzas extranjeras las que pretendan controlar lo que sólo compete a los musulmanes españoles. Un único rezo colectivo después de dos ediciones en las que la separación y la crispación ha enturbiado lo que debe ser la unidad entre todos. Ahora son los demás los que deben posicionarse y dejar claro que en esta Musal-la debe pesar la unidad y no el enfrentamiento ni la manipulación de grupos interesados en algo que no es religión.