Por ejemplo, se planteaba la construcción de un generador para Punta Blanca. Su coste deberá suprimirse hasta nuevas ediciones, cuando la Ciudad Autónoma disponga de más recursos económicos. Y así habrá que hacer con otras obras que se iban a poner en marcha en los distintos centros de la ciudad.
Lo que no se verá afectado bajo ningún concepto es el mantenimiento de la plantilla de trabajadores destinada a estos cometidos y los suministros básicos destinados a los menores. Tal y como confesó Hernández, el Gobierno deberá “sacar el máximo rendimiento” del dinero de que dispone para afrontar un área bajo su competencia desde el momento en que le fueron transferidas.
Durante varias reuniones previas el Gobierno local ha intentado obtener un compromiso estatal para que la partida no se viera afectada de manera tan drástica. La crisis llega a todos los ámbitos y, finalmente, el recorte económico ha llegado en la medida en que se esperaba, perdiéndose el 50% de la inyección.
Mayor conciencia europea
La esperanza de la Ciudad se centra ahora en Europa. Y es que se espera que aumenta esa conciencia sobre los fenómenos migratorios infantiles que permita afrontar esta problemática como lo que es: un problema europeo. Es por ello que el Gobierno espera que lleguen fondos económicos de otros foros que no sean meramente los estatales, al objeto de poder afrontar una situación común a todo el país y que afecta, de forma sangrante, a otros países de la UE. Las guerras, los conflictos económicos y la fluctuación de las fronteras provoca la fuga de menores entre países lo que genera una problemática indirecta que debe ser asumida por los núcleos receptores.