La Policía Nacional mantiene abierta la investigación por el último tiroteo sucedido en el barrio de Hadú en la noche del domingo al lunes, en el que un encapuchado arremetió contra dos hermanos que estaban en el interior de un vehículo. Hasta el momento no han trascendido nuevos datos aunque fuentes oficiosas apuntan a que dicho tiroteo se fundamentaría en un enfrentamiento personal. La Policía Científica dispone de los cinco casquillos recogidos en el propio escenario de los hechos que ya se están analizando, además de las declaraciones de los dos hermanos que fueron víctimas de este atentado.
Quienes también son víctimas son los propios vecinos que han solicitado mayor seguridad en el barrio. Reconocen que carecen de esa vigilancia y que ayer mismo, horas después de producirse el tiroteo, no había más patrullas en la zona. “La gente teme que la delincuencia se venga hacia aquí. Los que han participado en el tiroteo no son de la barriada, pero ha ocurrido aquí mismo. Tienen que hacer algo”, denuncian los comerciantes de la zona. Puntos de venta de droga y demasiado delincuente que pernocta en el barrio y que atemoriza al propio vecindario conforman un escenario delincuencial para el que se piden medidas urgentes más allá de las promesas.