En el marco del programa marco ‘Hogar sin Humo’, la Consejería de Sanidad y Consumo, a través del Plan de Tabaquismo, ha llevado este jueves la actividad ‘Carlitos y sus amigos. La pandilla antihumos’ al colegio Pablo Ruiz Picasso, en la barriada de Benzú. Madres y padres de alumnos han compartido con menores y técnicos de la Consejería que dirige Abdelhakim Abdeselam una jornada dedicada a la concienciación sobre los efectos nocivos del tabaco, en general, y los daños que éste provoca en la salud de los fumadores pasivos, especialmente entre los niños.
La responsable del Plan Integral de Tabaquismo, Cleopatra R’Kaina, ha informado de que esta iniciativa “busca remover conciencias entre familiares, padres y amigos” para que “no permitan que el humo del tabaco se introduzca en sus hogares y perjudique a los niños”. Los motivos principales se centran en que “además de a los propios fumadores, perjudica y mata a los que no fuman” y que ese humo que respiran los no fumadores “es cancerígeno, irritante y provoca la muerte”. R’Kaina ha señalado, además, que “sus efectos se notan más si cabe entre las poblaciones más vulnerables, especialmente, entre mujeres y niños” quienes “no tienen elección y lo respiran de forma involuntaria”.
Ha añadido que a través de esta iniciativa educativa los colectivos participantes “se conciencian de los efectos del tabaco en el ámbito privado, cuando la llamada Ley Antitabaco actúa en el público”.
Y es que la exposición de los menores al humo del tabaco se traduce en enfermedades. La responsable del Plan ha explicado que “recientes estudios revelan que el 77% de los niños presentan productos del tabaco en su orina y que uno de cada dos niños está expuesto en su hogar al humo”. También, añade, “se traduce en enfermedades respiratorias, asma y bronquitis, además de cáncer”.
De ahí la importancia de tomar conciencia desde edades tempranas sobre los numerosos perjuicios para la salud que conlleva el consumo de tabaco.