La inmigración, y todo el drama humano que implica, continúa siendo un asunto pendiente, como podemos comprobar a diario echando un vistazo a las páginas de la sección de internacional de cualquier periódico nacional.
El interés informativo está ahora mismo en la trágica situación que viven miles de ciudadanos sirios en las fronteras del otro extremo de la Unión Europea. Sin embargo, el problema de la inmigración continúa estando muy presente en nuestra ciudad, como demuestran las continuas llegadas de subsaharianos a bordo de embarcaciones de todo tipo. Y sigue conservando su cuota de protagonismo en el debate político nacional, lo que demuestra que sigue siendo un asunto pendiente y que suscita encendidos enfrentamientos. Lo hizo en la anterior legislatura en el Congreso de los Diputados y va camino de seguir ocupando un espacio relevante en el debate político. Prueba de ello son las diversas proposiciones y preguntas planteadas por la oposición al Gobierno cuando éste aún continúa estando en funciones. Muchas de estas iniciativas se centran en las fronteras de Ceuta y Melilla. Y una parte destacada de las mismas se refiere a las denominadas ‘devoluciones en caliente’, entendidas como ‘rechazos en frontera’ por el Ejecutivo del PP y contempladas así en la Ley de Seguridad Ciudadana gracias una disposición adicional introducida a última hora. Una ley, por otra parte, sobre la que continúa sin pronunciarse el Tribunal Constitucional, ante el que el PSOE presentó un recurso.
También pide explicaciones la oposición sobre la situación en los centros de estancia temporal de inmigrantes, sobre si se garantiza efectivamente el derecho de los solicitantes de asilo en los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla, sobre la presión migratoria real en la denominada Frontera Sur, que sólo suma el 3% de las entradas irregulares en territorio europeo...
Son asuntos pendientes de la anterior legislatura y que hereda ésta en un momento en que continúa con un Ejecutivo en funciones, sin posibilidad efectiva de gobernar. Son problemas que continúan esperando una respuesta, aunque se hayan caído de los titulares de la prensa nacional o en las últimas semanas sea muy difícil encontrarlos en los telediarios. Aquí, en Ceuta, y también en Melilla, sabemos que muy poco ha cambiado, salvo que ahora es mayor el drama que se vive al otro extremo de la Unión Europea.