Agentes de la Guardia Civil en colaboración con el departamento de Aduanas interceptaron ayer un cargamento de ropa falsificada que había entrado en Ceuta y que pretendía distribuirse en el mercado.
Su valor ronda el millón de euros y el impacto fraudulento que iba a causar en el ciudadano potencial comprador resulta incalculable. En total han sido más de 13.000 las prendas falsas aprehendidas, tal y como confirmó ayer la Delegación del Gobierno en una nota oficial.
Tras el hallazgo del lote, la Benemérita procedió a la detención y puesta a disposición judicial del administrador de una empresa local con sede en el polígono del Tarajal, por su posible relación en la adquisición y posterior venta en el mercado de un material que no se corresponde con las marcas de las distintas casas comerciales a las que representa. La Benemérita llegó a la localización de esta persona tras descubrir la ropa dentro de un contenedor que figuraba como adquirido por su empresa, situada en el Tarajal.
Las investigaciones del Instituto Armado comenzaron el pasado mayo, cuando los agentes que realizan el reconocimiento de las mercancías y efectúan los análisis de riesgos observaron que determinado género procedente de China, podía ser ilícito, es decir, que se trataba de supuestas falsificaciones de renombradas marcas comerciales que estaba importando un empresario ceutí.
“Ante esta coyuntura, tras las sospechas y después de una serie de investigaciones, ayer se procedió a abrir uno de estos contenedores de procedencia no comunitaria, con este resultado”, señala la Comandancia de la Guardia Civil. Las 13.480 prendas intervenidas, básicamente pantalones y camisetas, habrían alcanzado un precio en el mercado de 880.000 euros.
El hallazgo de la ropa se llevó a cabo tras una inspección meticulosa, no de forma casual. Según cuenta la Delegación del Gobierno, los agentes habían analizado al detalle, dadas sus sospechas, el recorrido del contenedor en cuyo interior, camufladas entre otras prendas, se hallaba el material falseado. Ya se ha cotejado con las firmas originales comprobándose que eran burdas copias.
Los controles efectuados por la Benemérita en el puerto se centran en la localización de material que pueda ser introducido en el mercado local para su venta causando un fraude al comprador. Esto es así cuando quien dispone de ese material lo oferta como si cumpliera con las normas establecidas en el ámbito comercial, cuando en el fondo son copias.
Todo el material ha quedado intervenido, abriéndose un procedimiento judicial del que el responsable de dicho cargamento debe responder. Se trata de una presunta actuación delictiva que obliga a su responsable a tener que demostrar el origen de la mercancía y responder de un delito contra la propiedad industrial.
Detenciones, también a la inversa
Las intervenciones de material falsificado no solo las hace la Benemérita en el puerto ceutí, al controlar la mercancía llegada de la península. A la inversa también se controla. Es lo que se hace con la salida de mercancía falsa que intenta venderse en la península o que, sencillamente, es trasladada sin ánimo ilícito alguno. El pasado abril la Compañía Fiscal de la Benemérita activó la llamada ‘operación Viajeros II’, que se saldó con la denuncia a 125 personas por presuntos delitos contra la propiedad industrial, ya que portaban artículos falsificados en mayor o menor cantidad incurriendo en un delito.