Para el resto del sector, es decir, los comercios de más de 300 metros cuadrados o dedicadas a las actividades no se establece calendario con los dieciséis días, sino que serán las empresas las que lo elegirán. Para arbitrar este procedimiento el Gobierno ha arbitrado un mecanismo de colaboración con la Confederación de Empresarios de Ceuta (CECE) para que cada comercio anuncia con una antelación de "tres o cuatro días" el domingo o festivos en el que abrirá al público, de cara a que la Ciudad puede efectuar un control. En cuanto a las condiciones laborales, esta liberalización no implica que los empresarios dejen de aplicar lo establecido en los respectivos convenios colectivos en relación a los descansos y salarios de los trabajadores.
El motivo por el que la Ciudad ha decidido no establecer un calendario ha sido para no perjudicar la actividad comercial en fechas no previstas. "Ha habido casos en los que los comercios querían abrir un domingo debido fundamentalmente a un festividad en Marruecos o en algún caso por la llegada de un crucero y que no podían porque no estaba en el calendario, de modo que lo que pretendemos es evitar estas situaciones", explicó el mismo consejero Guillermo Martínez durante la rueda de prensa posterior al Consejo.
Las rebajas ya no tienen un tiempo de duración
En cuanto a las rebajas, y apoyándose también en la Ley de Comercio Minorista, el Gobierno ha optado también por no establecer un calendario para invierno (después de la festividad de Reyes) y para verano (a partir de julio), como se hacía cada año, de modo que cada establecimiento podrá iniciar y concluir sus rebajas cuando lo estime conveniente. "Creemos que en aspectos como éste, cuando menos intervenga la Administración, mejor", argumentó el portavoz del Gobierno explicando esta decisión. Desde el Gobierno de Juan Vivas se adopta una política liberal en cuanto al comercio, de manera idéntica a las leyes que está poniendo en marcha el propio Gobierno a través de la Secretaría de Estado de Comercio.