Después de muchos meses de restauración a cargo de Rocío Fuentes en una sala de las Murallas Reales, la fuente de Nicoli ya está preparada para ser expuesta ante el público. Para ello, la Consejería de Educación, Cultura y Mujer ha decidido exponerla en el céntrico museo del Revellín, siguiendo un formato similar al que se llevó con la muestra sobre la reforma del camarín de la Virgen de África. Así han explicado desde el área de Patrimonio. La exposición contará con fotos para comprender el proceso que ha llevado.
La diferencia respecto a la otra exposición es que, si bien era imposible traer físicamente el camarín al museo, esta vez la obra podrá ser llevada hasta las céntricas salas del Revellín, justo al lado del recién inaugurado Auditorio.
Aunque este transporte sea significativamente más engorroso, las cifras de visitas de este museo son mayores que las de las Murallas Reales. De este modo, desde el Área de Patrimonio de la Consejería se piensa que es más fácil que alguien entre en el Revellín mientras pasea por el centro, mientras que para ir hasta las Murallas Reales hace falta una voluntad específica. Lo que todavía no está fijada es una fecha específica, ya que depende de terminar las gestiones para realizar la exposición y el transporte de manera adecuada.
El proceso de restauración de esta fuente ha tenido un imprevisto principal, que fue el acto vandálico que sufrió la fuente durante el proceso de restauración, que ocasionó la pérdida de uno de los pies de la figura de uno de los niños representados en esta fuente.
Los trabajos ya han concluido, pero el tratamiento que se aplicó a la fuente para pegar algunas de las partes fragmentadas necesitaba un tiempo antes de poder mojarse, lo que se ha respetado. Además, y aunque fuera menos visible, el proceso de restauración ha tenido que enfrentarse a otras actuaciones llevadas a cabo anteriormente en la fuente que no habían sido del todo acertadas, como suele ser habitual en este tipo de trabajos.