El
Ejecutivo de Pedro Sánchez ha evitado responder con claridad a una pregunta por escrito de varios diputados de Vox sobre las razones por las que
Marruecos se
negó a aceptar la devolución de sus nacionales adultos interceptados
accediendo irregularmente a Ceuta. El país vecino paralizó esos
retornos desde principios de febrero hasta mediados de marzo, pero Interior ha preferido subrayar de nuevo que el Reino alauita ofrece una colaboración ejemplar. Javier Ortega Smith, Ignacio Gil y David García interpelaron al Gobierno central por las razones del “rechazo del Reino de Marruecos a la devolución de sus nacionales una vez que han llegado a Ceuta desde hace más de un mes”. Lo hicieron el 15 de marzo, justo después de que el país vecino volviese a aceptarlos. La contestación oficial ha intentado diluir el conflicto: “Las dificultades para el retorno efectivo son diversas, no todas atribuibles al país de origen, ya que en la mayoría de las ocasiones no es posible por la utilización del derecho de asilo”, ha argüido Interior. En el marco de una política general que prioriza la “prevención” de las salidas, el ministerio ha apuntado que “en lo que respecta a los flujos migratorios actuales procedentes de Marruecos, cabe señalar que la presión migratoria procedente de África es estructural y está motivada principalmente por factores de carácter socioeconómico”. “Durante los últimos años, a esos factores se han sumado otros de carácter coyuntural que tienen el doble efecto de afectar a la capacidad preventiva de nuestros socios y de incrementar la presión migratoria hacia la Unión Europea”, ha añadido.
Aunque la pregunta se refería a lo sucedido en febrero y marzo de este año, Interior ha enfatizado que en 2023 “la cooperación preventiva desarrollada bilateralmente entre España y Marruecos tuvo como resultado una reducción del 41,6% en el número de las llegadas irregulares a Ceuta y
Melilla”. La colaboración “fue especialmente eficaz en la vigilancia del
perímetro fronterizo exterior de ambas ciudades autónomas, lo que exigió un esfuerzo reforzado por parte de Marruecos”. Ahora el Gobierno de España está “reforzando su cooperación preventiva con Marruecos para hacer frente al
incremento generalizado de la presión migratoria, única política realmente eficaz para combatir la migración irregular”. A tal efecto el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, acordó durante un viaje al país vecino en enero pasado, cuando todavía no se había multiplicado exponencialmente la llegada de, sobre todo, menores no acompañados,
intensificar las vías de colaboración preexistentes. Entre ellas se incluyen patrullas conjuntos, “intercambio constante de información operativa” y “reuniones de alto nivel”.