Dispuesto a ayudar a que Ceuta sea una vanguardia social de defensa de los consumidores. Así dice estar el presidente de Adicae, Manuel Pardos, quien añade que “si ayudamos a nuestros vecinos -los marroquíes- aún estaremos más encantados”.
En una entrevista con este medio habló de su visita a Ceuta para inaugurar mañana a las 12:00 horas las nuevas oficinas de Adicae, sitas en calle Real 28 (Galería de Los Remedios) y de las mayores preocupaciones de los consumidores en la actualidad.
–¿A qué se debe su visita a Ceuta?
–Vamos a inaugurar la sede de Adicae, una organización que ya estaba interviniendo en el caso de Forum y Afinsa y ahora en otros temas en defensa de los usuarios. Nos ha hecho ilusión porque los consumidores en Ceuta, españoles y marroquíes merecen una defensa, y ser una avanzadilla de modernidad y progreso como lo han sido en muchas cosas Ceuta y Melilla.
–Usted es presidente de una organización como Adicae quizá en un momento difícil debido a la crisis económica y los recortes...
–Efectivamente la crisis ha dejado a consumidores, que son también los trabajadores, doblemente afectados. En el caso de los consumidores estamos padeciendo desde hace tres años un agobio de la banca por la vivienda, puesto que España ha puesto la vivienda en propiedad como el instrumento de vivir y la banca ha llevado una política con los constructores y consumidores de meterte las hipotecas por los ojos, y también otros créditos, y el resultado ha sido que en tres años se acercan al medio millón las viviendas embargadas en todo el territorio español. Son medio millón de familias en la calle por no poder pagar esas hipotecas que metía por los ojos la banca y salía a la calle a venderlas, lo mismo que tarjetas con créditos para el coche, la cocina... pero todos con unas condiciones abusivas. También ha sobrepasado el millón las nóminas embargadas, es una situación horrorosa para la mayoría de los consumidores. También están los que han podido pagar los créditos y sus hipotecas y se han visto sorprendidos con que no les bajaban el tipo de interés, a pesar de anunciarse que el Euríbor bajaba en Europa al 1 por ciento, o les hacían una rebaja ridícula dejándolos en el 4 ó 4,7 por una cláusula que habían puesto los bancos a millones de familias en las que aseguraba que no le subían, mientras verdaderamente se aseguraban de que les bajarían. Adicae tiene interpuesta demandas y ha conseguido que el Senado por unanimidad pidiera al Banco de España que se elimine esa cláusula y éste se ha puesto a favor de las entidades financieras. Estamos hartos de que el Gobierno y las instituciones financieras no estén por la defensa de los consumidores y sí de los bancos, seguros y agencias de valores.
–En numerosas encuestas se refleja que una de las mayores preocupaciones de los españoles es pagar su hipoteca, algunos dicen que por hacer frente a ésta no llegan a final de mes...
–Efectivamente, estas hipotecas ha puesto a millones de familias en situaciones muy peligrosas. Con la crisis, el paro y todo lo que ha sucedido nos encontramos con muchas familias que antes tenían dificultades para llegar a final de mes y ahora no llegan a la mitad. Todo ello por una política de vivienda de propiedad e hipotecas que sólo ha beneficiado a la banca y a los especuladores y, entre estos se encuentra el Gobierno y las administraciones municipales.
–Y eso al que puede acceder a una casa en propiedad, porque muchas familias no pueden acceder a una hipoteca y tienen que estar de alquiler...
–La política de alquiler no es mala si la favorecen los gobiernos. En esta crisis se ha visto que holandeses, alemanes y franceses tienen menos viviendas en propiedad que los españoles. Adicae ha dicho siempre que un español no debería destinar a la vivienda más de 1/3 de los ingresos familiares, todo lo que sea más pone a la familia en un desequilibrio. Había gente que pagaba el 50 y el 60 por ciento de sus ingresos. Eso tenía que cambiar pero las entidades financieras encima han dicho que estaban en la ruina, después de ganar tanto dinero, y que cerraban la puerta. Y todos los gobiernos han salido en su ayuda. Ahora encima imponen las cosas, por ejemplo, avales de un familiar para una hipoteca. Eso es un abuso total ya que el crédito hipotecario es que respondes con la vivienda, como se ha visto. Uno de los problemas es que la gente, cuando quiere comprarse una vivienda, pasa por todo tipo de condiciones que no habría que pasar porque algunas han sido declaradas ilegales.
–¿Está actuando el Gobierno ante estos abusos?
–No, desgraciadamente Adicae propuso al Consejo de Consumidores y Usuarios, y fue luego apoyado por UGT y CCOO, un dictamen de lo que se tendría que hacer ante semejante situación. Ahí entraba que no se pudiera embargar la vivienda en esta situación ya que la mayoría de la gente quiere pasar su vivienda pero porque se queda en paro no lo puede hacer. El propio presidente de EEUU, Obama, prohibió los embargos y aquí no se ha hecho nada. Dimos muchas alternativas y no se ha tomado ni una sóla medida para proteger a estas familias, todas abandonadas a su suerte. Incluso la Ley hipotecaria, que hemos propuesto su cambio, permite que te tasen la vivienda muy por debajo y que aún se le deba mucho dinero y, además, las costas de los abogados del banco que le han metido en un juicio y te han llevado todo. Te quedas sin vivienda y encima debiendo dinero. Es injusta y dañina, y estamos creando el caldo de cultivo para que se cambie esta Ley.
–El pasado miércoles apoyó la huelga general convocada por CCOO y UGT, ¿por qué motivo su organización se sumó a este paro?
–Adicae vio claro que la huelga general, si no la hubieran planteado los sindicatos, lo hubiesen tenido que hacer otras organizaciones. La huelga ha tenido sus contradicciones: lo de la reforma laboral o los recortes. Nosotros entendíamos que hacía falta una huelga como respuesta a la política general del Gobierno, la banca y el sistema financiero, como principales responsables. En las manifestaciones se ha visto que había una protesta masiva como epicentro de la crisis: la banca española y la especuladora internacional. Ahí tenía que estar Adicae, y estuvo también en defensa de los sindicatos, no de éstos, sino del sindicalismo, éstos pueden tener sus críticas, yo personalmente he sido sindicalista y he hecho mis críticas y ahora también lo haría, pero en definitiva nos alegramos mucho del éxito que tuvo la convocatoria pública y ciudadana que hubo por la tarde. Fue un clamor y una de las mayores expresiones ciudadanas, porque eran los trabajadores que estaban en huelga y otros muchos ciudadanos. Estamos orgullosos de haber cooperado en ese levantamiento de la opinión ciudadana. Ante la falta de protección del Gobierno, el ciudadano tenía que reaccionar y esta respuesta era una esperanza y un aire fresco porque puede ser un comienzo para decirle a los poderes financieros que no somos sujetos pasivos para que hagan lo que les dé la gana, y a los gobiernos que los ciudadanos no estamos sólo para votar.
–¿Qué críticas tiene sobre los sindicatos?
–(Ríe) No nos corresponde a los consumidores criticar a los sindicatos, más bien les defendemos como organizaciones sociales que deberían funcionar bien. En esta huelga se ha demostrado que los grandes sindicatos quieren la alianza con otras fuerzas sociales, pero si la patronal CEOE quiere aliarse con los consumidores, ahí estaremos. El problema es que cuando hemos tenido conversaciones con ellos no quieren alianzas, quieren consumidores pasivos. Estamos satisfechos de aportar lo que hemos podido en la huelga sobre todo por levantar una conciencia ciudadana activa frente a los poderes económicos y financieros, y los políticos, que ningunean al ciudadano, al trabajador y al consumidor. Nos piden que compremos y callemos, y que lo hagamos cuando nos dejen y de la manera que quieran. Por todo ello apoyamos la huelga, por conseguir un impacto ciudadano y un levantamiento de la conciencia, y va a continuar esa alianza de fuerzas sociales.
Nada va a seguir siendo igual. Después de la crisis se impondrán mejores costumbres de los consumidores frente a una sociedad irresponsable y consumista. Éstos están aprendiendo a vivir mejor sin consumismo. Después de la crisis quedarán mejores costumbres de consumo: menos ampulosas y menos gastadoras.
–Entonces la crisis obligará a las familias a administrarse mejor...
–Queremos que haya una economía más sostenible en España y que no sea sólo el consumo. En los últimos días hemos visto carteles de la vuelta al cole y nos encontramos que una familia invierte 800 euros para que el niño vaya a la escuela. Yo he dicho muchas veces que van a llegar a la universidad y sus padres aún van a estar pagando la ESO. Algunas familias han tenido que acostumbrar a sus hijos a una sobriedad: tienen que tener de todo pero no ese derroche impulsado por grandes almacenes y multinacionales queriendo comerles el coco desde pequeño para que cada vez quieran más, haciendo una sociedad infeliz con consumo abusivo.
–¿Qué tipo de gastos debería eliminar una familia para vivir mejor?
–Muchos, si repasa uno la lista... Yo estoy reformando mi casa y a veces digo: ¿pero por qué habré comprado ésto? Hay que eliminar el vicio del consumismo. Hay que organizarse y vivir mejor. Ahora se están poniendo las pilas, ahora acabo de comer bien por 9 euros. Ya hemos visto, y lo dicen los hosteleros, que en vez de salir todas las semanas a cenar se hace ahora una vez al mes y se organiza en casa de los amigos y se come bien y se ahorra mucho. Yo ni quiero que se cambien las costumbres de los españoles pero sí que se haga todo pero con más limitación y mayor satisfacción.
–Pero el recorte de estos gastos repercutiría en una bajada de los ingresos en empresas de este sector, ¿cómo se puede mantener el equilibrio?
–Espabilándose las empresas. Hay que decírselo al pequeño empresario: los apoyamos y los apreciamos pero había mucho chiringuito. La mejora puede venir en que el que es profesional y trabaja bien podría cobrar mejores precios. Los consumidores deberían exigir calidad y los profesionales darla. La competitividad sana no es mala.
–¿Qué impacto tendrá la reforma laboral y la reducción salarial de los empleados públicos en la economía familiar?
–Los gobiernos y poderes financieros juegan con quitar un poco a cada uno. En el conjunto de la economía produce un impacto porque son muchos millones, en la economía personal si ésto nos acostumbra a vivir mejor con menos, sería una filosofía buena. Pero vivir mejor. Esta sería la enseñanza de la crisis. El drama viene en los que no trabajan y se quedan sin subsidio. Ésto es un drama que todos debemos ayudar a resolver.
–Pero el consumo bajará con la reducción salarial...
–Eso les preocupa a los gobiernos y a la banca pero, nosotros insistimos, nos preocupa que se consuma y se consuma mejor aunque se consuma menos. En España tiene que aprenderse esta lección. No podemos consumir lo que ellos quieran. Nos dicen que el consumidor es soberano, compra y hace lo que quiera, y que todo está a su servicio. Mentira. Queremos que ésto sea verdad, que el consumidor imponga su ley para vivir mejor con menos consumo. Y que los poderes públicos, financieros y económicos inventen otras reglas que no sean hacer consumir de manera irresponsable a los consumidores para que la economía se levante. Se han propuesto muchas fórmulas, ¿cuánto trabajo tendríamos en España para hacer un país ambientalmente sostenible? Habría que invertir en ésto.