UGT asegura estos servicios mínimos y exige una “cláusula social” para evitar que se repitan casos como el de Global Food.
UGT reiteró ayer su negativa a dar un paso atrás en la convocatoria de huelga indefinida en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Ceuta (CETI) hasta que los trabajadores de Global Food Management S.L. –actual adjudicataria del servicio de catering– “reciban los salarios que la empresa les adeuda” después de incurrir en “incumplimientos sistemáticos” en la fecha de pago desde que la mercantil se hizo con este contrato en octubre.
Eloy Verdugo, secretario de Acción Sindical de esta central, garantizó el establecimiento de unos servicios mínimos que, en la práctica, “consistirán en que sólo atenderán a residentes enfermos, madres y a sus hijos”. El sindicalista recordó que este servicio incluye del personal de cocina a los responsables de los comedores pasando por el cuerpo de pinches, entre otros, enumeró este representante de los trabajadores. Pese a la advertencia, atribuyó la responsabilidad de la convocatoria a Global Food aunque, puntualizó, UGT exige a la Administración General del Estado y el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, “ya que externaliza servicios propios”, la incorporación de una “cláusula social” a los contratos. ¿Que supondría? El ugetista explicó que este mecanismo obligaría a que las autoridades, en caso de impago por parte de la empresa, “éstas tengan que dejar el servicio y entraría otra nueva” para que, “además de vigilar que la atención al residente es correcta, velen por la retribución a los trabajadores”.
La huelga, convocada con carácter indefinido, está previsto que empiece el próximo viernes 29 a las 7.00 horas, y se prolongará hasta las 23.00 de cada día, hasta tanto la empresa haga efectivo el abono de los salarios a los empleados. Verdugo indicó que conceden diez días “para no tener que llegar a la huelga” aunque lamentó que, en anteriores desencuentros, la empresa “no dio la cara”. UGT presentó la semana pasada un “conflicto colectivo” ya que “tan sólo había abonado la mensualidad de diciembre de 2015 a la mitad de los trabajadores”.
La central se disculpó por las molestias que esta movilización pueda ocasionar a los residentes antes de aclarar que, bajo ningún concepto, es de su agrado llegar a esta situación. Este portavoz admitió el perjuicio para las personas alojadas en el CETI, pero también valoró el que causará a los trabajadores porque Global Food “les dará de baja en la Seguridad Social, de modo que no percibirán la retribución por esos días y, además, repercutirá en las pagas extraordinarias”.
El CETI acoge, en la actualidad, a más de 600 extranjeros de distintas nacionalidades, por encima de su capacidad, que está establecida en 512 plazas.